Locales | 19 Abr La comunidad católica de Paysandú vivió ayer una de las celebraciones más importantes de la Semana Santa: la Misa Crismal, que fue presidida por el obispo de Salto, monseñor Pablo Galimberti y concelebrada por el vicario general de la Diócesis, padre Fernando Pigurina, el vicario pastoral, padre José García, el cura párroco de San Benito de Palermo Antonio Mazza y los demás párrocos, presbíteros, diáconos y seminaristas de los departamentos de Artigas, Salto, Río Negro y Paysandú.
La Misa Crismal se celebra, tradicionalmente, el Jueves Santo en horas de la mañana en la Catedral de cada Diócesis, pero por razones de mejor organización para las celebraciones que deben atender los presbíteros en sus distintas comunidades, se puede anticipar. Desde hace algunos años en la Diócesis de Salto se lleva a cabo los lunes de Semana Santa y este año la comunidad sanducera --por segunda vez-- recibió con beneplácito esta importante celebración eucarística.
El momento de mayor emoción de los fieles se produjo cuando los sacerdotes, junto con el obispo, renovaron las promesas realizadas el día de su ordenación. Monseñor Galimberti pidió un particular testimonio público a cada sacerdote de permanecer fiel al Ministerio que le fue confiado.
Otro pasaje trascendente se produjo cuando el seminarista sanducero Martín Miranda, recibió de parte del obispo el Ministerio del Lectorado y del Acolitado. También cuando el obispo bendijo los óleos y el Crisma que luego fueron entregados a los sacerdotes para ser utilizados en el correr del año, en la imposición de los distintos sacramentos, como el bautismo, confirmación, unción de los enfermos, etcétera.
Con la Basílica totalmente colmada por fieles de las distintas parroquias de nuestra ciudad y delegaciones de otras parroquias, que viajaron especialmente para esta celebración, se vivió con mucha alegría cristiana esta eucaristía, que incluyó cánticos de un grupo inter-parroquial, que estuvo acompañado por el histórico órgano, guitarras y un órgano electrónico.