Rurales | 19 Abr Los precios internacionales de la carne vacuna en los principales países exportadores se equilibraron en estos últimos tiempos. Atrás quedaron aquellas viejas épocas --que no volverán-- de los circuitos aftósicos y no aftósicos, en los que los precios del ganado en los primeros más que duplicaba al de los segundos.
Las condiciones son similares en todos quienes comercian carne al mundo, con las características propias de cada región que llevan a que en algún lugar valga más que en otro, pero sin diferencias enormes como las de otrora.
El Mercosur, tradicionalmente la región donde se compraba la carne más barata, es ahora una de las más caras. Y todo tiene su explicación y ésta hay que buscarla por el lado --como siempre en los mercados que se precien-- de la oferta y la demanda.
En la región hay poca carne para toda la que se demanda y entonces vale. La locomotora del tren es, lógicamente, Brasil. La mejora del poder adquisitivo de los brasileños, acompañada por la valorización del real, hace que la demanda interna por carne vacuna crezca a pasos mucho más altos que la producción.
De acuerdo con estimaciones realizadas por Faxcarne, en 2010 el crecimiento del consumo de carne vacuna en Brasil fue de 360.000 toneladas equivalente carcasa. Toda la producción adicional de Brasil, y más, se volcó al mercado interno, ya que el crecimiento de la producción respecto a 2009 fue de 335.000 toneladas.
Para tener una dimensión de lo que significa este aumento, equivale a casi todas las exportaciones uruguayas de carne vacuna en el año, las que --según datos del INAC-- sumaron 366.000 toneladas en 2010.
Pero no se trata de una situación coyuntural, sino que la tendencia se ha consolidado en estos últimos años, lo que genera expectativas adicionales en cuanto a que se va a mantener en el mediano plazo. Desde 2002 a la fecha, el consumo interno brasileño creció en más de 6.800.000 vacunos.
Todo en Brasil es caro, incluyendo la carne. Los propios brasileños se quejan de lo oneroso que es vacacionar en su propio país.
Y eso se hace sentir en los precios. El novillo gordo en San Pablo --principal centro de consumo-- cotiza esta semana en el eje de los U$S 4,30 el kilo de carcasa.