Deportes | 25 Abr Iván Mauricio Casas, el pedalistas colombiano, hacía minutos que terminaba de consagrarse como vencedor de la 68ª edición de la Vuelta Ciclista del Uruguay.
Emulaba así lo que en 1984 había logrado otro colombiano en esta misma competencia, Rogelio Arango.
Y Casas, sereno, pero emocionado al fin, dijo que “estoy muy contento. Antes de largar ya conocía de las dificultades que tiene una competencia de tan grande prestigio como la Vuelta Ciclista del Uruguay”, de tanto nivel. Tenía referencias de dos corredores uruguayos de mucha jerarquía, Soto y Mascarañas. Obviamente no podía darle ventajas a ninguno de los dos.
En el desarrollo de las etapas traté de mantenerme allí. En la contra reloj me tenía confianza y precisamente allí logré subir al primer lugar. Mi equipo me ayudó mucho y pude ganar la competencia”