Opinion | 26 Abr La Semana de Turismo terminó en Paysandú con un balance muy positivo tanto por parte de los operadores privados como autoridades municipales tras nueve días de arribos constantes de turistas a la ciudad de Paysandú y los centros termales, fundamentalmente.
De acuerdo al balance de la Dirección Municipal de Turismo este movimiento generó un flujo comercial cuantificable en más de 6 millones de dólares, en tanto que se estima que unos 127.000 viajeros arribaron al Departamento para pasar aquí estos días de disfrute, ocio y descanso.
A diferencia de otros años cuando el flujo de turistas se incrementa a partir del jueves, esta vez se notó desde el primer fin de semana un movimiento inusual en comercios de la ciudad, así como restaurantes y hoteles. Varios de éstos últimos ya estaban completos el primer domingo de la Semana y para el miércoles la ocupación hotelera era del 100%, además de haberse agotado las 70 casas ofrecidas en alquiler disponibles en la ciudad.
En el interior departamental se destacó la masiva presencia de turistas en los centros termales de Almirón y Guaviyú. En el ubicado sobre ruta 3 al promediar la semana, literalmente, no entraba un alfiler y esta situación puso al borde del colapso algunos servicios como es el caso del suministro de energía eléctrica, debido a la sobredemanda. Este tipo de situaciones, si bien son llamados de atención hacia el futuro, por otra parte no dejan de confirmar el interés de los visitantes en pasar sus días de asueto en Paysandú.
Otros lugares menos habituales para campamentistas y que no fueron promocionados como destinos también tuvieron un número importante de visitantes, como es el caso de la Meseta de Artigas.
En la ciudad, la 46ª Semana de la Cerveza fue el evento que concitó la atención de lugareños y visitantes, mientras que también tuvieron muy buena acogida del público iniciativas de nuevos circuitos guiados en la ciudad y propuestas como el tour escénico realizado en Casa Blanca, además de la ya conocida y divertida propuesta del “Bus Turístico”.
En definitiva, el balance primario es altamente positivo y reafirma dos cosas: el valor del turismo como una estrategia de desarrollo local a la cual debemos apuntar y, por otro lado, la capacidad de convocatoria que tiene Paysandú y su entorno. Bueno sería que se repita. Y más seguido. Para ello queda aún mucho por trabajar.