Locales | 26 Abr MONTEVIDEO (Por Ted- dy Alvarez). Este miércoles los escribanos tendrán una decisiva asamblea general extraordinaria en defensa del Sistema Notarial de Salud. En la reunión convocada por la Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU), las escribanas Teresa Gnazzo y María Wonsiak, mandatadas por la asamblea del pasado 10 de diciembre para redactar una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, informarán de lo actuado. Esta demanda procura que la Corte Internacional inste al gobierno de Uruguay a establecer una negociación que permita que el Sistema Notarial de Salud forme parte del Sistema Nacional Integrado de Salud -al igual que otros servicios de salud que se mantienen por imperio de la propia Ley de la reforma de la Salud- y no sea liquidado perjudicando gravemente a este colectivo.
ANTECEDENTES
Según explicaron fuentes de la gremial, el Fondo del Sistema Notarial de Salud comenzó a construirse hacia 1960 con el aporte de los profesionales. “Este sistema lleva décadas de eficiente desarrollo, es autofinanciado, nunca recibió aportes del Estado, e involucra a casi 10.000 personas de la más diversa condición económica”, manifestaron.
Añadieron que su eventual desaparición afectaría “los derechos a la salud y a la asistencia sanitaria -entre otros derechos humanos vulnerados- de los escribanos”, así como los de “sus familiares, los trabajadores de los estudios notariales y los funcionarios de la Caja Notarial y de la propia Asociación de Escribanos del Uruguay”.
LOS ARGUMENTOS
La gremial indicó que la propuesta presentada para mantener el Sistema Notarial de Salud y su armonización con el Sistema Nacional Integrado de Salud, no fue considerada por las autoridades nacionales, por diversas circunstancias.
Según AEU, el planteo perseguía tres objetivos: 1) Por aplicación del principio de solidaridad con la sociedad toda, aportar un porcentaje al Fonasa, sin recibir a cambio contraprestación alguna y sin sobrecargar al Sistema Nacional Integrado de Salud con casi diez mil personas más. 2) Continuar con la cobertura propia de salud, autofinanciada, gestionada y administrada por la Caja Notarial. 3) Agregar la cobertura de salud de hijos, incapaces, cónyuges y concubino de los afiliados por el Fonasa, financiado con el aporte establecido por la ley.
Los escribanos sostienen que el ingreso de este colectivo al Sistema Nacional Integrado de Salud, tal cual está previsto hoy, impone afrontar sus insuficiencias, demoras para consultas, restricciones de medicamentos, cíclica conflictividad, copagos de órdenes, tiques de exámenes y medicamentos, entre otros aspectos.