Locales | 26 Abr El galés Martin Hutchinson camina desde 2006 por América Central y Latina transmitiendo un mensaje de esperanza para la Tierra. Su filosofía de vida se podría resumir en que el humano no necesita tantas posesiones materiales para disfrutar de la vida y es vital que conservemos el planeta, nuestro hogar, único en el universo.
Hutchinson llegó proveniente de Salto al destacamento de Policía Caminera de Paysandú –viaje que le demandó dos días--, donde se alojó la noche del domingo. Por la tarde, salió rumbo a la ciudad de Paysandú, donde anoche fue hospedado en el destacamento de Bomberos. El periplo de este ex bombero comenzó en el balneario mexicano Cancún. Allí nació la idea de salir a caminar, primero un día, luego dos; una semana se transformó en varias y hoy no sabe cuándo terminará. Uruguay es el último país de América Latina que visita y tiene planes de viajar nuevamente a Argentina y Chile, para recorrer el sur de ambos y continuar mejorando su español. Este viaje puede demandarle tres años o más, no lo sabe, pues no lleva un itinerario. Ha podido conocer paisajes hermosos, culturas y vivir experiencias increíbles, en su mayoría buenas.
Cuando llegó a México no sabía español y hoy lo habla, al igual que portugués, con las dificultades lógicas. Pero puede expresar claramente cuál es el objetivo de su viaje: “Yo viajo caminando porque me gusta y para explicar los muchos problemas que hay en el mundo. El mundo es nuestra casa y tiene muchos problemas, entonces se necesita de todas las personas, de todos los países, para ayudar al planeta”, señaló.
No viaja en vehículos como forma de expresar su preocupación y lucha contra la contaminación. Si bien no está en contra del uso de los vehículos, señaló que es necesario prestar atención a la contaminación estos generan y buscar formas para evitarla. Lleva lo mínimo indispensable para su supervivencia y no pide más que un lugar para dormir y comida. A cambio, transmite su mensaje y algunas de las experiencias vividas en estos cinco años de camino. No acepta obsequios, ni siquiera dinero, pues tiene ingresos propios y además porque se ha desprendido de lo material, lo que incluye todo tipo de tecnología. Lo único que lleva consigo es una cámara fotográfica.
Su deseo es transmitir su mensaje a los niños, que son los adultos del mañana. Es por ello que visita alguna escuela en cada lugar que visita. Hoy estará con los niños de la Escuela 94, donde les llevará su mensaje ecológico y su filosofía de vida: “Antes de que mi expectativa de vida se cumpla, quisiera con mi caminar transmitir un mensaje de esperanza para este que es el lugar de todos, nuestro planeta Tierra”.