Locales | 29 Abr Al conmemorarse los 90 años de la Escuela Técnica “Arq. Leonardo Bulanti Ríos”, ex Escuela Industrial que naciera en la zona portuaria el 10 de abril de 1921 --por el mejoramiento y descentralización de lo que fuera la vieja escuela de “Artes y Oficios” impulsada en el segundo gobierno de Jose Batlle y Ordoñez--, tuvo lugar una sesión especial de la Junta Departamental.
Presidida por el edil Arturo Terra, actuando en la secretaría general Robert Pintos y estando presentes ediles de las tres bancadas políticas e invitados especiales, así como dirección, profesores, administrativos y parte del alumnado, la sesión se desarrolló en instalaciones del instituto.
En primer lugar el edil Claro Suárez (Partido Nacional) dio lectura a una crónica publicada por EL TELEGRAFO el 16 de setiembre de 1939, en la que se señalaban las notorias carencias edilicias de aquel momento cuando todavía se ocupaba el primer local en Avenida Brasil y Paz, siendo su director José Fortunato. En uno de los pasajes se indicaba que Mecánica se enseñaba en un espacio “con piso de tierra”, en lo que entonces era “el peor centro (ediliciamente hablando) de todo el país, ubicado en una antigua fábrica de conservas. Pese a ello, se agregaba: “allí se aprende y se enseña; una obra admirable en sus casi 4 décadas de funcionamiento”, existiendo expectativa por una nueva ubicación que se lograría dos años después, en 1941.
La edila Olga Masdeu (Frente Amplio) recordó que “en el período colonial con la llegada de los religiosos, eran ellos los maestros para adiestrar a los indígenas”, así como que “la Constitución artiguista de 1813 establecía fomentar y levantar los seminarios para las ciencias, artes y gramática, filosofía y lenguas”. Pero luego de la Independencia y logrado el Estado Oriental, “pasarían muchísimos años antes de que se iniciara la Escuela de Artes y Oficios por la gran inestabilidad política que sufrió nuestra república durante el siglo XIX”. Destacó la opinión de José Pedro Varela sobre la importancia de la enseñanza práctica para “generar hábitos de trabajo”, aunque imperaba en ella el aspecto represivo, los métodos disciplinarios. Resaltó asimismo la figura de Pedro Figari, procurando un cambio de óptica y logrando la creación del Consejo Superior de la Enseñanza Industrial, con escuelas industriales en todo el país, “incluida la de Paysandú, el 10 de abril de 1921”. Finalmente aseguró la edila que “debió pasar mucho tiempo para que (a la enseñanza técnica) se le reconociera su justo valor. Hoy queremos darle el reconocimiento que siempre debió tener”.
Respondió a la expectativa de la comunidad
El edil Mauricio De Benedetti (Partido Colorado) memoró la apuesta que hizo por esta rama de la enseñanza el presidente José Batlle y Ordoñez, proponiéndose “fortalecer un sector de la vida productiva nacional: la industria, como único medio probable para generar empleos y desarrollo para el país”. Citó la Ley de Enseñanza Industrial, aprobada en 1916, así como el impulso dado por el ministro de Industrias de la época, José Arias. “Ello respondía a una clara política de descentralización educativa en todas las áreas, la cual va a permitirle a Paysandú contar con su liceo oficial desde 1912, la Escuela Industrial desde 1921 y el Instituto Normal desde 1929”.
También refirió a que “casi cien años después, con motivo de aprobarse el Presupuesto Nacional del gobierno de Jorge Batlle, la Ley 17.296, reglamentó las becas y pasantías que permiten a los estudiantes de las escuelas técnicas adquirir experiencia laboral en entes públicos”, asegurando que “la Escuela Industrial de Paysandú respondió a la expectativa de la comunidad sanducera que había bregado por ella”.
La profesora de Historia, Aurora Máscolo, en nombre de la Escuela Técnica realizó un sentido y breve discurso que dejó en claro no solo el derrotero histórico, sino el espíritu de cuerpo que anima a profesores, adscriptos, administrativos y auxiliares de servicio en torno a “la Escuela, como le decimos nosotros”. En un pasaje del mismo citó el hecho disparador del cambio de local: “por una creciente sucumbió la edificación de Avenida Brasil y Paz, el traslado a este predio y luego a un intercambio con el Ministerio de Salud Pública. Este construyó una policlínica en el local de la zona portuaria y a su vez la enseñanza industrial recibió este predio donde estuviera el Hospital ‘Basilio Pinilla’ y que incluía también la casa del ‘Espíritu de Paysandú”’ (con frente a Zorrilla de San Martín, hoy Museo Histórico). Resumió los anhelos y el empeño del cuerpo de profesores tratando de cumplir la premisa: “manos y mentes para un país productivo”, para terminar con una exhortación: “¡estudiantes, siempre adelante!” y un “¡feliz cumpleaños!” para la institución a la que dignamente representó en esta ocasión.