Ahora por vía judicial

Locales | 28 Abr El conflicto del sector transporte de supergas no fue solucionado aún, y hoy habrá dos instancias, una a las 9 en el Ministerio de Trabajo y otra a las 12 en un Juzgado Civil por una acción de amparo.
Pasadas las 22 de ayer culminó una de las varias reuniones que mantuvieron la Cámara de gas licuado de petróleo y los trabajadores con el director nacional de Trabajo, Luis Romero. Las reuniones, que se dieron por separado, no se tradujeron en mayores avances para destrabar el conflicto, pese a que “en la tarde habíamos encontrado algunos puntos de acuerdo”, según dijo a EL TELEGRAFO el representante de Fuecys, Raúl Ferrando. Por lo tanto, aún sigue la medida de no distribuir garrafas de supergas en el interior del país, y no es seguro tampoco que hoy se solucione.
ACCIóN de amparo
Ayer, los trabajadores no sindicalizados de la empresa Braique, fletera de Ducsa, presentaron una acción de amparo por no poder trabajar ante las medidas de paro. Los sindicalistas están citados para hoy a las 12 a fin de celebrar la audiencia.
Según Ferrando, esto es “una medida de presión”, argumentando que “nos dijeron que si levantábamos las medidas retiraban la acción judicial, lo que muestra que no son los trabajadores, es el dueño de Braique el que está atrás” de la denuncia judicial. Sin embargo, desde las 9 habrá otra reunión en la Dirección Nacional de Trabajo, donde se continuará discutiendo sobre las compensaciones horarias.
Ferrando dijo que se trata de que los choferes fleteros, “que son prácticamente full time”, puedan disponer de las horas en que no viajan para compensar las extras que hacen cuando salen al Interior, y no se pagan. Dijo que el pago que hacen las empresas es de 22 horas extras mensuales como toda compensación, pero que tanto las fleteras de Acodike (Lidio) y de Riogas (Transgas) tienen el sistema de permitir que el chofer vaya a su casa en las horas que no viaja.
Compensación
por extras
Ferrando citó como ejemplo --que ya lo había dicho antes-- que si llaman al fletero a las 6 a cargar el camión --que queda pronto a las 8--, si saben que el camión sale para Paysandú a las 15 le permiten ir a su casa y venir dos horas antes de la partida.
“Es una compensación por las extras, porque además de otra manera el chofer queda esperando en el camión hasta la hora de partida y no le vemos sentido”, afirmó.
La empresa discordante, Braique, hace la distribución de las garrafas de Ducsa, propiedad de Ancap, y hasta se habló al respecto con el vicepresidente del ente, Germán Riet.
Consultado sobre qué consideraciones tiene en cuanto a que no hay supergas en los distribuidores, al menos en el caso de Paysandú, dijo que “en tres días no puede haberse terminado”. Preguntado respecto a que el jueves pasado no salieron camiones hacia el Interior, dijo que las medidas “las tomamos recién desde el lunes a mediodía”, por lo que “hasta esa hora los camiones salieron normalmente de las plantas”. A su juicio, si no se distribuyeron garrafas puede deberse a otro tema, recordando que “subió el petróleo y en cualquier momento sube el gas; puede haber acopio”.
La posición patronal
Mientras tanto, la Cámara del gas licuado --que comprende las cuatro empresas envasadoras-- emitió ayer un comunicado donde afirma que “una vez más una situación de conflicto sindical está impidiendo el normal abastecimiento de supergas a la población”.
Los empresarios recuerdan que “alcanzado el acuerdo en el sector de envasado, que semanas atrás provocó un fuerte desabastecimiento de producto en todo el país, la conflictividad se ha focalizado ahora en las empresas transportistas vinculadas al sector”. “Luego de más de cuatro meses de negociaciones, el pasado viernes 15 de abril se había alcanzado un acuerdo que estaba listo para ser firmado ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Este acuerdo suponía para los trabajadores del sector mejoras salariales muy por encima de las contenidas en los acuerdos alcanzados en otras ramas y sectores. En estas circunstancias, los trabajadores incorporaron una nueva solicitud, que podría generar situaciones donde el personal jornalero cobre sus haberes sin concurrir a trabajar. Las empresas del sector han tenido y mantienen aún su voluntad de negociación, siempre que la misma no lesione principios y normas elementales de una relación laboral”.
Culmina expresando que “resulta a nuestro juicio inaceptable que planteos de estas características generen un nuevo desabastecimiento de este importante energético para la cocción y calefacción, que es utilizado en más del 90% de los hogares de nuestro país y que la población sea nuevamente rehén de este tipo de medidas”.
Ayer, los intentos de ubicar a representantes de la Cámara para ampliar la información fueron infructuosos.