Locales | 30 Abr Los directores de Tránsito de las intendencias de todo el país redactaron un proyecto para reglamentar la calidad mínima a exigir en las motos y cuatriciclos que se importan y luego se ingresan al mercado nacional. Asimismo, dejaron de lado la idea de llevar a remate las motos incautadas y no retiradas y en cambio impulsan ahora la idea de convertirlas en chatarra.
Así lo decidieron durante el encuentro mensual de directores de Tránsito que ayer tuvo lugar en Durazno. Haroldo Canoniero, director del área en la Intendencia de Paysandú, quien estuvo presente en la reunión dijo que el encuentro “fue realmente positivo, porque si bien tratamos pocos temas, lo hicimos en profundidad, estudiando detenidamente cada aspecto”. Y agregó que trabajando así “creo que estamos realmente avanzando, si bien obviamente nuestro trabajo pasa luego a la consideración de los intendentes, quienes son los que deben decidir si les parecen apropiadas nuestras ideas”.
“Pero lo bueno es que entre todos las pensamos y cuando decidimos no es la idea de un director, sino que es el interés de todos. Creo que eso tiene su peso a la hora de que sea considerado en el Congreso de Intendentes”, destacó.
El proyecto, para establecer la calidad mínima de las motos importadas, establece “con claridad que no se trata de seguir reduciendo el precio al costo de la seguridad, sino que las motos que ingresen al mercado deben cumplir con las normas internacionales y con las nuestras obviamente”, indicó Canoniero.
De aprobarse la normativa, quedaría prohibido importar motos que no vengan equipadas de fábrica con frenos de calidad promedio o superior, silenciadores estándar, cubiertas adecuadas al rodado (se prohibirán las de solo plástico), y que tengan todos los accesorios que brindan seguridad, entre ellos espejos retrovisores y posa pies. “Hay como una tendencia de importar vehículos que no vienen completos, para reducir el costo y así generar mayores ventas. Esa es una práctica peligrosa y debe desterrarse ya mismo”, dijo Canoniero.
En la misma normativa, se establecen también normas para la importación de cuatriciclos, un vehículo que actualmente no tiene siquiera categorización para empadronamiento, en la medida que no se trata de un vehículo urbano, sino para andar en zonas de dunas o a campo traviesa. “Además”, dijo Canoniero, “todas las motos nuevas deberán ser vendidas con los cascos de protección incluidos”.
Por otra parte, en la misma reunión se decidió solicitar al Congreso de Intendentes la creación de un Registro Único de Conductores Infractores y se definió proponer que las motos incautadas sin reclamar sean convertidas en chatarra en lugar de rematarlas.
“El cambio en la idea original surgió porque en Montevideo se hizo una experiencia de ese tipo y fue muy mala, pues lo único que se hacía era volcar nuevamente al mercado motos en mal estado, lo que no era una solución”, indicó el director de Tránsito de Paysandú. “Mejor es convertirlas en chatarra, para terminar con el problema, porque en general las motos que no son recuperadas por sus dueños están en muy mal estado y no les conviene pagar las multas y recargos. Entonces simplemente las dejan en depósito, lo que genera un problema para las intendencias”, explicó. Lo que se pretende es que el Congreso determine los plazos legales correspondientes y que una vez cumplidos, se puedan convertir en chatarra los vehículos en esas condiciones, en general motos, pero “aplicable a cualquier tipo de automotor”.
La próxima reunión se realizará en Tacuarembó, la de julio en Rivera y la de agosto en Paysandú. Este año ya se han realizado reuniones en Paso de los Toros, Treinta y Tres, Artigas y Durazno.