Rurales | 26 Abr El director de la curtiembre Zenda y principal del grupo Marfrig, Martín Secco, sostuvo en la comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, que “los próximos tiempos no serán fáciles en este sector, en especial por la falta de trabajo. Vamos a afrontar una falta importante de materia prima en Uruguay que va a afectar, en primera instancia a la industria cárnica, y cuatro o cinco horas después, a la industria del cuero, porque la importación de cueros se hace absolutamente inviable, desde el punto de vista de los costos”.
La industria curtidora espera que el Ejecutivo apruebe un conjunto de medidas de apoyo similar al que se promovió para la vestimenta, que dará un subsidio de U$S 27.000.000 en tres años.
En una línea similar, el presidente de Paycueros, Álvaro Silberstein, coincidió con este pronóstico y dijo a El País que apela a la “sensibilidad” del Poder Ejecutivo y el Parlamento para que se instrumente un paquete de estímulos para el sector, porque los precios de la materia en Uruguay y el mundo han sufrido “una escalada muy importante con precios de ventas de los cueros procesados que no aumentaron en la misma proporción”. Agregó que en Uruguay la competitividad “ha empeorado mucho”, lo que confluyó en una mezcla de factores negativos en un período relativamente corto. “Esperemos que tengamos un proyecto en el corto plazo similar al que se aprobó para la industria de la vestimenta”, indicó Silberstein.
“La curtiembre Zenda tiene plantas en otras partes del mundo. Hoy la productividad de Uruguay no es de las mejores. Esto lo hemos hablado muchas veces con el sindicato. Necesitamos tener mayor productividad para competir y seguir haciendo todos los cueros”, alertó en el Parlamento, José Luis Rodríguez, gerente financiero de esta firma.
Por otro lado Silberstein informó que la Cámara Curtidora ya le hizo llegar al Poder Ejecutivo un estudio donde se demuestra la “difícil coyuntura” que atraviesa esta cadena industrial, que incluye la evolución de los costos, la competitividad y los ajustes de salarios de los últimos años. De hecho, en la negociación de la última ronda de los Consejos de Salarios, empresarios y la Unión de Obreros Curtidores (UOC) acordaron que el incremento salarial que se va a dar en los próximos dos años sea solamente por la variación de la inflación.
Cuando estalló la crisis de 2008 la industria del cuero fue una de las primeras en ser afectada y sus problemas estructurales se agudizaron. Algunas empresas comenzaron por enviar personal al seguro de paro para luego optar por el cierre. Actualmente la industria curtidora emplea a 3.500 personas contra los 6.000 trabajadores que tenía hace tres años.
Fuentes de la industria curtidora advirtieron que otro factor que agrava la coyuntura actual es la decisión de algunos frigoríficos locales de exportar sus cueros a otros países, como el caso de JBS, Frigorífico Carrasco y Las Moras. “Esto no ayuda a la industria curtidora porque tenemos 450.000 cueros menos en un año y se reduce el valor agregado de la materia prima nacional”, criticaron. Según los voceros, la decisión de estas empresas de llevar sus cueros al exterior “obedece a decisiones verticales” de compañías que optan por procesar su materia prima en industrias curtidoras que tienen en terceros países.
En tanto, Secco recordó que mientras en 2006 Uruguay faenaba 2.600.000 animales, esa cifra bajará a los 2.000.000 de cabezas este año. “Afortunadamente, con más actores en la cadena cárnica y, desafortunadamente, con menos actores en la industria del cuero”, comentó.
Por otro lado, el gerente financiero de Zenda se defendió de las críticas del sindicato sobre el destino de los cueros que tienen las plantas del grupo Marfrig, propietario del 51% del paquete accionario de esta empresa. “De la asociación con Marfrig lo único que Zenda puede decir es que ha sido totalmente beneficiosa. Se ha logrado que los 500.000 animales que mata Marfrig, que generan 500.000 cueros, queden todos en Uruguay en el estado primario en que salen del animal”, dijo Rodríguez.