Locales | 05 May Las familias que residen entre los kilómetros 11 y 11, 500 de la Ruta 90 manifestaron su molestia ante una situación que atraviesan desde hace varios años y que se ha vuelto insostenible. Tanto en el referido tramo, junto a las banquinas sur y norte, extraños se han mal acostumbrado a arrojar una variada gama de residuos inorgánicos y hasta tóxicos, al igual que en la cantera existente en una calle paralela a dicha ruta, donde la presencia de desperdicios es aún mucho mayor.
Los vecinos coincidieron en que tal situación data de hace por lo menos dos años y que “entre la basura que tiran se puede encontrar cualquier cosa”. El camión recolector pasa por la ruta aproximadamente a las 8 los martes y jueves, por lo que los vecinos llevan las bolsas con basura y las dejan junto a la banquina. Sin embargo, desde hace un tiempo tienen que recoger también la basura que otros desechan, embolsarla y llevarla para que las levante el camión municipal, trabajo que además de ser desagradable por la diversidad de desperdicios encontrados, no les corresponde.
Asimismo en la cantera ubicada en la continuación de calle San Martín, --paralela a la ruta--, a la altura del kilómetro 11 --donde se practica Mountain Bike-- los residentes de la zona encontraron alrededor de 20 cubiertas, bolsas de nilon, pañales, chapas acanaladas, tarros, papeleras de plástico, botellas, alambres y hasta un tarro de aditivo para diesel --contaminante y tóxico--. También es habitual encontrar pizarrones, redes de plástico de varios metros de largo, botellas de vinos finos y whisky, juguetes y coches de bebés en desuso, escombros, hierros, tarros de pintura y papeles de todo tipo.
“Acá los vecinos hemos estado limpiando, sacamos la basura, la quemamos o la trasladamos a Porvenir para que el camión recolector la lleve pero no damos abasto”, indicó una vecina. La señora agregó que “la alcaldesa de Porvenir, Scaboni, nos dio una mano, mandó las máquinas, se limpió todo y enseguida nos tiraron papeles, basura y tuvimos que quemar todo entre los vecinos”.
Se sospecha, al decir de la señora, que uno de los responsables puede estar vinculado a una empresa de camiones, por la frecuencia con que se encuentran cubiertas y repuestos pero también es común hallar desde desechos domésticos hasta “pizarrones con anotaciones de cantidades de terneros discriminados en hembras y machos, papeles con datos personales, recibos de UTE y carnés de salud vencidos, cuadernos de escuela”. Otra persona dijo que se presentó en la Dirección de Higiene pero que le dijeron “que los papeles que están tirados en la vía pública y que le corresponden a una persona determinada, por más que esa persona no los haya tirado es responsable, pero nadie los ha citado para que vayan a levantar su basura. Nos han dicho que saquemos fotos cuando estén tirando la basura pero lo hacen de noche porque nosotros entramos de tardecita y al otro día de mañana vamos a trabajar y nos encontramos que han tirado todo de nuevo”.
Hace algún tiempo, uno de los vecinos hizo un cartel grande con la inscripción: “Prohibido arrojar basura” pero “nos lo robaron”, dijo una vecina. Indicó que una vez lograron identificar a unas personas que abandonaron a un animal moribundo y llamaron por teléfono insistiendo para que retiraran el animal, cosa que finalmente consiguieron.
“Siempre que tiran basura terminamos revisando para ver si podemos encontrar papeles y dar con los responsables y las dos veces que hemos encontrado a los dueños de la basura, era gente de Paysandú”, finalizó.