Deportes | 10 May Juan Ramón Carrasco, técnico de Nacional, saludó efusivamente a la hinchada tras la victoria clásica y se retiró del estadio tras hablar durante un par de minutos con sus jugadores. Mientras, el técnico de Peñarol, Diego Aguirre, mascaba bronca y no quiso hacer declaraciones en caliente.
“Nos preparamos con seriedad, trabajando sin dejar detalles desatados. Sabíamos lo que nos jugábamos. Y el fútbol tiene su lógica, aunque muchas veces no se da, pero el que tiene más jugadas ofensivas es el que tiene más posibilidades de ganar. Anticipamos lo que iba a hacer el rival y propusimos nuestro juego, buscando desde el orden poner vértigo y ser ofensivos, salir a proponer el fútbol en la cancha de ellos.
Se logró, es una alegría inmensa, porque se ganó un partido que para todos es especial, pero además se logró quedar arriba en las tablas, que es lo que necesitamos para llegar al objetivo que nos hemos propuesto que es ganar el Uruguayo”, dijo JR.
Aguirre, por su parte, estaba muy molesto por el gol tricolor y la anulación del tanto que habría dado la igualdad a su equipo.
“Me encanta hablar de fútbol y de situaciones tácticas o cantidad de cosas lindas que pasan en el partido. Pero creo que hoy carece de valor cualquier comentario que pueda hacer”, se limitó a indicar.
Ya más tranquilo, al día siguiente, Aguirre destacó que “estoy más frío pero más caliente, por lo que todos vimos. Vi claro que fue off side (el gol de Nacional)”, y si bien no pudo apreciar la posición de Estoyanoff en el gol anulado a Peñarol, “enseguida me dijeron que no había sido fuera de juego. En el minuto 90, en un partido tan definitorio, para levantar la bandera tenés que estar seguro”.
“Cuando me toca perder lo acepto, pero dentro de las circunstancias normales. Los errores determinaron el resultado del partido y del campeonato, porque esta fue la final de la tabla anual. Por los árbitros perdió Peñarol y, si hubiera sabido que era así, ponía a la reserva”, agregó.