Deportes | 09 May Peñarol 0 Nacional 1
Escenario: Estadio Centenario. Público: 55.000 personas. Arbitros: Martín Vázquez, Carlos Pastorino e Igor Moreira.
Peñarol: Sebastián Sosa, Emiliano Albín, Alejandro González, Guillermo Rodríguez, Darío Rodríguez (68’ Alejandro Martinuccio), Matías Corujo (54’ Matías Mier) Nicolás Freitas, Luis Aguiar, Jonathan Urretaviscaya (68’ Fabián Estoyanoff), Antonio Pacheco y Juan Manuel Olivera. DT: Diego Aguirre.
Nacional: Rodrigo Muñoz; Gabriel Marques, Alejandro Lembo, Sebastián Coates, Alexis Rolín; Matías Cabrera, Facundo Píriz, Mauricio Pereyra (85’ Maximiliano Calzada); Tabaré Viudez, Bruno Fornaroli (45’ Santiago García) y Richard Porta (74’ Marcelo Gallardo). DT: Juan Ramón Carrasco. Gol: 62’ Santiago García.
Expulsado: 90’ Diego Aguirre (DT), Guillermo Rodríguez.

Sin mucho fútbol, con más ganas e intenciones que otra cosa, Nacional se quedó con el clásico ante Peñarol al imponerse por 1a 0, en medio de polémica, gracias a un gol de Santiago García, que definió en fuera de juego, para quedarse con tres puntos fundamentales en su carrera para pelear el título del Clausura.
Peñarol jugó mejor la pelota a lo largo de los primeros 15 minutos, buscando espacios, aunque le faltó dar el pase final que permitiera llegar con real peligro al arco de Muñoz.
Nacional esperó, y recién superado ese lapso pareció soltarse, encontrando poco a poco el manejo del trámite; llegaron en un par de remates, y los tricolores podrían haber tenido la posibilidad de abrir el marcador de penal, pero el árbitro desestimó una falta sobre Porta en el área carbonera.
Más allá de esto, ambos equipos dejaron evidenciada la falta de idea a la hora de tener la pelota, que a lo largo de lo que quedaría del primer tiempo fue controlada por Nacional, aunque sin poder acercarse con peligro.
Igualmente, lo mejor de ese primer tiempo estuvo en los pies de Juan Manuel Olivera, que tras un centro de Pacheco y luego de que la pelota superara a Marques, ensayó una tijera espectacular, aunque el balón fue finalmente controlado por el golero Muñoz.
Para el complemento los tricolores contaron con el ingreso de García, quien en los primeros minutos obligó en un par de oportunidades a un Peñarol que seguía pecando a la hora de tener el balón.
Los carboneros intentaron hacer modificaciones no solo con el ingreso de Mier sino con algún cambio posicional en el intento de sacar provecho de la tarjeta amarilla de Rolín por el sector izquierdo.
Y cuando todo era parejo, aunque Nacional insinuaba más, una patriada de Coates por la izquierda generó el gol a la postre el único gol del partido, cuando García, que picó unos centímetros adelantado, definió de buena forma para vencer a Sosa.
Peñarol, ofuscado por la incidencia, estuvo a punto de anotar la igualdad pero el fuerte remate de Aguiar fue desviado por Muñoz, y tras la intervención del golero tricolor el balón se estrelló en el travesaño.
Abajo en el tanteador, y buscando el empate, Peñarol se volcó en ataque. Los dos técnicos movieron sus piezas: uno para adelantarse y el otro para aprovechar los espacios que dejaría el rival.
Así transcurrió el resto del partido, con Peñarol volcado en la ofensiva y Nacional buscando la contra, intención de juego que casi le da réditos de no haber sido porque Porta remató cruzado y apenas desviado. Después, todo fue carbonero. Y, sobre el final del partido, un error defensivo del tricolor derivó en el gol del empate, de Estoyanoff, pero el segundo asistente marcó fuera de juego en una incidencia muy finar.
Los ánimos se calentaron y la temperatura del Centenario fue en aumento, afuera y adentro de la cancha. Diego Aguirre explotó y fue retirado del terreno de juego, e instantes más tarde seguiría su camino Guillermo Rodríguez, por una infantil agresión a Cabrera.
Lo cierto es que el clásico, con tres jugadas polémicas puntuales, fue de Nacional. Los tricolores, que más allá de las polémicas propusieron algo más que su rival, sacaron ventaja en la anual y son únicos líderes del Clausura, aunque Peñarol tiene la posibilidad de alcanzarlo si gana su partido pendiente.