Paysandú, Sábado 14 de Mayo de 2011
Opinion | 11 May “Todo el mundo, desde hace mucho tiempo, está de acuerdo con que Formación Docente está teniendo resultados pésimos. A mí me espantan los alumnos que me vienen de práctica al liceo, no puedo creer que sean del Instituto de Profesores Artigas (IPA). Carecen hasta de la conciencia del rol: yo descubrí el otro día –y me enojé mucho— que los docentes se mensajean con los estudiantes, les avisan que van a faltar, no adoptan en la clase la actitud correcta. Y carecen de la formación académica, de forma grave”.
Esta evaluación la manifiesta la profesora Graciela Bianchi, directora del liceo capitalino Bauzá, quien el año pasado renunció a la secretaría administrativa del Consejo Directivo Central (Codicen) y analiza una serie de aspectos de nuestra enseñanza que no pueden desconocerse, pero a la vez da cuenta de que siguen discutiéndose en este ámbito elementos que nada tienen que ver con generar condiciones para una mejora en la calidad de la enseñanza, tanto desde el punto de vista académico como de resultados prácticos para la formación de cara al mercado de trabajo, fundamentalmente.
Esta docente, con pleno conocimiento de lo que “pasa adentro”, reconoce que en nuestro país, lejos de enmendarse, subsisten graves falencias en el sistema educativo, que se van profundizando por una serie de factores que pasan por un lado por la pérdida de valores y referencias en niños y jóvenes, el retroceso en la formación de los docentes y programas que se desdibujan en lo intrínseco y en los objetivos, que están fuera de los tiempos que corren.
Enfáticamente Bianchi sostiene, en entrevista al diario El Observador, que “no hay un proyecto de educación. No creo que hasta ahora se hayan dado cuenta de que están gobernando, Faltan directivas del Codicen, no es solo del Consejo de Secundaria. Por ejemplo, todavía no se pusieron de acuerdo para cubrir los cargos de enseñanza técnica” y señaló que “lo que hasta ahora han hecho son resoluciones profundizando la tendencia –con lo cual no estoy de acuerdo— de facilitar el pasaje de grado y que falten los estudiantes”.
Esta enumeración de la docente pone de relieve uno de los aspectos más cuestionables del actual esquema educativo: si los jóvenes cada vez aprenden menos, lo que se pretende es bajar las exigencias para que puedan pasar de grado, en lugar de redoblar esfuerzos en pos de su formación educativa. No es porque sí que día a día estemos asistiendo a una caída de nivel que de Secundaria pasa a la educación terciaria y a la formación profesional, con el mensaje de que cualquier cosa da lo mismo. No puede extrañar por lo tanto, como lo señala la ex secretaria del Codicen, que los estudiantes del instituto de profesores “carecen de formación académica” y esto se da precisamente en las nuevas generaciones de profesores que a su vez tienen la misión de educar a estudiantes que ya llegan con problemas de Primaria y Secundaria y con objetivos desdibujados, desmotivados y con gremios y autoridades que solo reclaman más recursos, como si todo lo demás estuviera resuelto.
Lamentablemente, en el período pasado se aprobó una Ley de Educación que lo que hace es transferir mayor cuota de poder a los gremios docentes, que por supuesto siguen las directivas que emanan de sus integrantes y que por ende ponen énfasis en los recursos, en mejoras salariales y beneficios, antes que en la mejora del nivel de la enseñanza.
La docente expresa al respecto que “el Frente Amplio no tiene proyecto de educación, la oposición tampoco, pero como el Frente Amplio tiene discrepancias internas muy de fondo, ahora, gobernando, eso se nota”.
Y la respuesta, hasta ahora, en lugar de trabajar por elevar el nivel en el sistema educativo, es la de procurar que se sea menos exigente para obtener mejores resultados en los pasajes de grado, que es lo mismo que poner la cinta de llegada a los 80 metros en los cien llanos, para mejorar los tiempos, y quedar conforme con esta trampa.
“He tenido conversaciones con colegas directores que han recibido directivas de inspectores de gestión que les han dicho que hay que tener mejores resultados. Para mí mejores resultados es que los alumnos aprendan más. Para otras personas, es que pase mucha gente. Considero que están equivocados, porque lo que hemos logrado es que la educación pública se haya transformado en una educación para pobres y después cuando tienen un poco de posibilidades van a los privados”, dijo.
El mismo concepto se intentó promover por algún consejero de la enseñanza respecto a las pruebas internacionales PISA para calificar el nivel de los estudiantes: como estamos muy abajo, habría que crear una suerte de PISA regional, cosa de estar mejor ubicados.
Y si estos son los criterios de quienes rigen la enseñanza, de quedarse en la mediocridad, con la aquiescencia de gobierno y autoridades que no condicionan la afectación de más recursos a resultados, poco y nada de bueno podemos esperar en el futuro inmediato en esta materia.
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