Locales | 10 May En el Cementerio Central, donde se guardan sus restos, fue recordada la vida y trayectoria de Fernando Miguel Baccaro, ex director de EL TELEGRAFO, de cuyo fallecimiento se cumplieron en la víspera cinco años, con la presencia de autoridades, entre ellas el intendente Bertil Bentos, integrantes de las fuerzas vivas y parte de la familia de esta casa periodística.
En una soleada mañana, templada, el grupo de unas cincuenta personas se reunió frente al panteón de la familia Baccaro, donde Rubens Walter Francolino, amigo personal de Fernando Baccaro y ex colaborador de EL TELEGRAFO, hizo uso de la palabra. “No tengan dudas que será así” que “un día Alberto (Baccaro, director del diario) recibirá un sobre que dirá 18 de Julio 1027, entre 33 Orientales y Miguel J. Baccaro”, dijo Francolino aludiendo a que promoverá en la Junta Departamental (cuerpo legislativo que integra) que calle Montevideo lleve el nombre del impulsor de esta empresa periodística.
De Fernando Baccaro dijo que “fue alguien que nació para cultivar la amistad y supo ser correspondido”. Indicó que “le digo Fernandito, no es falta de respeto, quizás sea un gesto de amor” antes de recordar que “cinco años nos separan de las últimas conversaciones, los últimos diálogos, las últimas coincidencias, las últimas discusiones. De los temas que hablábamos siempre y que todos imaginarán estaban vinculados a esta tierra” sanducera.
Recordó que algunas de aquellas conversaciones “las compartíamos con German Hollzmann Elhordoy”, otro amigo personal de Fernando Baccaro y ex colaborador de EL TELEGRAFO, quien falleciera el 8 de mayo de 2007. “Recordándolo cumplimos también con Fernandito, por esa amistad que los unía”. Francolino recordó que ingresó a EL TELEGRAFO “con los pantalones largos recién estrenados” y que “de alguna manera fui partícipe de los primeros años” en que Fernando Baccaro ocupó la Dirección de EL TELEGRAFO. “Es muy difícil hablar de la vida de Fernando, cuarenta años ocupando un lugar que representaba por muchas circunstancias la avanzada de Paysandú y su destino”.
En una oratoria seguida con emoción y en profundo silencio por todos los presentes, Francolino recordó algunas anécdotas jóvenes de Fernando Baccaro y su hermano Enrique. Y en el final, cuando anunció su promesa de promover el proyecto para que calle Montevideo cambie su nombre por el Fernando J. Baccaro, sostuvo que tras el homenaje, “algunos volverán a sus casas, otros acompañaremos a nuestros nietos a la escuela, otros irán al trabajo. Los descendientes irán a sus casas para pensar que han estado en un lugar donde uno de sus familiares mayores dejó una hermosa trayectoria que lo llena de orgullo. Me imagino que los otros compañeros del periodismo irán a culminar la tarea inconclusa de las notas y los editoriales que nunca tienen fin”.
En el silencio apenas quebrado por la brisa, la voz de Francolino se elevó como una plegaria al concluir: “Hemos estado contigo cuando ha transcurrido un lustro. Cada vez nos sentimos más cerca de vos. Y te prometemos que vamos a seguir hablando de las mismas cosas. Del Paysandú que se nos fue”. Hubo aplausos luego. Abrazos, tambien algunas lágrimas. Emociones muy humanas unidas en el recuerdo a un sanducero que sigue marcando el camino: Fernando Miguel Baccaro.