Locales | 10 May En la última sesión de la Junta Departamental, el edil nacionalista Rubens Francolino realizó una denuncia general sobre la comercialización de productos alimenticios con exceso de sal, solicitando la intervención de la Intendencia de Paysandú -en su calidad de policía administrativa y en este caso en el área bromatológica- así como del Área de Defensa del Consumidor que depende del Ministerio de Economía y Finanzas.
Entre otros conceptos el edil señaló: “conscientes de los riesgos a los que se exponen, los consumidores, tomar medidas al respecto en lo que tiene que ver con la elaboración de sus comidas caseras y en la selección de alimentos que en sus envases señalan expresamente que no contienen sal o, en su defecto, indican mínimas proporciones. En algunos países -añadió- ya se han realizado ensayos legales de prohibición, dándose casos novedosos o extremos como recientemente en Argentina donde un legislador presentó un proyecto de ley destinada a retirar los saleros de las mesas de restaurantes o comedores públicos. La medida llega a tal extremo que, a semejanza de las disposiciones que rigen para fumadores, se imponen multas a los comerciantes o clientes que desconozcan esta ley”.
Francolino sostuvo también en su moción que “lo cierto y preocupante es que en los últimos tiempos se libran al mercado productos envasados o frescos, de chacinería, enlatados, salsas, etcétera, no solo dañinos para la salud sino hasta imposibles de comer por su contenido de sal. Elemento que algunos señalan, se añade para la mejor conservación (del alimento) o en ciertos casos disimulando económicamente la ausencia de otros condimentos, como pimentón, pimienta o saborizantes”.
Sostuvo que generalmente eso ocurre cuando se “elaboran comidas ‘a ojo de buen cubero’, no respetando medidas ni proporciones en los elementos, liberados al ‘puñado’ de sal exagerado o repetido por olvidos sobre pizzas, empanadas, hamburguesas, milanesas, chorizos artesanales, tortas rellenas, etcétera. Los que terminan por no hacer recomendable al producto, aunque a veces haya sido recomendado como de buena calidad”.
“Entendemos que las autoridades deben tomar cartas en el asunto, realizar controles más eficientes de bromatología y hasta la salida inspectiva al mercado del Área de Defensa al Consumidor, porque la situación, reitero, se hace insostenible. Confiando que esta advertencia, más que con fines punitivos, sirva a la rectificación de quienes elaboran esos productos, ya sean patrones o ‘distraídos’ empleados manufactureros”.