Policiales | 11 May Una rapiña perpetrada por un adolescente infractor y un joven de 18 años --involucrado siendo menor en otros delitos-- quedó esclarecida tras la actuación de los efectivos de la Seccional Segunda. En la órbita judicial, el menor fue entregado bajo recibo a sus responsables legales, en tanto el mayor fue alojado en la Cárcel Departamental.
Según información extraoficial lograda por EL TELEGRAFO, a las 20.30 del sábado un hombre de 43 años solicitó la presencia policial en una finca ubicada en Antonio Estefanell y Luis Batlle Berres y denunció que un familiar de 14 años se encontraba a metros del domicilio cuando se le acercaron dos individuos que --cuchillo en mano-- lo amenazaron y le sustrajeron un par de championes, un par de canilleras blancas y un par de guantes rayados, valuando los efectos en 4.500 pesos.
delincuentes conocidos
Iniciada la investigación se reunieron elementos que vincularon a un adolescente de 13 años, conocido desde niño por la Policía a causa de su participación en varios hurtos y desórdenes.
En la mañana de ayer, efectivos de la referida dependencia se dirigieron al barrio P3 y allanaron la finca Nº112, donde en presencia de su moradora, de 35 años, fue retenido el menor. Consultado sobre el hecho denunciado, señaló que en compañía de un joven de 18 años --a quien identificó-- y utilizando una varilla como arma amenazaron a un adolescente y le sustrajeron un par de guantes y canilleras, así como un par de championes que luego vendieron a un menor domiciliado en la zona con la intención de comprar droga.
Con esta información, los policías se trasladaron hasta el domicilio de W.G.A.L., de 18 años, poseedor de varias anotaciones como menor infractor, no así de antecedentes penales. En presencia del propietario de la finca ubicada en Diagonal 300 y Treinta y Tres Orientales, condujeron al sospechoso, quien indagado corroboró lo vertido por su compinche, agregando que hace un tiempo estuvo privado de libertad en Colonia por un delito de rapiña.
Proseguidas las actuaciones, los uniformados llegaron a la presunción que el comprador del calzado sería un menor de 16 años domiciliado en el mismo vecindario. Inspeccionaron entonces su domicilio y hallaron un par de championes de iguales características al robado. Dijo haberlos comprado a W.G.A.L. en la suma de 200 pesos.
Citada la madre del damnificado, reconoció el calzado como el hurtado el sábado a su hijo. Ante esto, la jueza subrogante de Segundo Turno, Gabriela Alanis, dispuso que el menor fuera entregado a su responsable legal y procesó con prisión a W.G.A.L. por un delito de rapiña especialmente agravada por el uso de arma.