Deportes | 16 May Decir que Noé González está muy cerca de poder pelear por un título mundial regular, es ver la realidad. Pero afirmar que será en poco tiempo, sería no verla nítidamente. “El Carbonero” ganó en forma clara frente al mexicano Ruben Padilla, el viernes cuando defendió en el Palacio Peñarol su título mundial de Plata del Consejo Mundial de Boxeo entre los Supermedianos, pero el cambio de repertorio, ese que se le inculcó durante tres meses en Estados Unidos, tuvo sus cosas negativas.
Noé, quien ostenta el título más importante para el boxeo nacional, y que es sin dudas el gran exponente y candidato a luchar por cosas verdaderamente importantes, no terminó de sentirse cómodo arriba del ring. Esta vez, a diferencia de lo que ha sido su planificación y estilo, salió a buscar la pelea de principio a fin, a ser protagonista, y no a ser blanco de las descargas del rival, esperando que éste se agotara para sacar esa derecha demoledora.
Ahora salió a buscar, a conectar manos en forma permanentes. Pero, sin embargo, quedó expuesto en demasiadas ocasiones, a tal punto que Padilla, un luchador fuerte e inteligente, estuvo a punto de llevarlo a la lona.
González demostró cosas positivas, pero también que los cambios no pueden ser asimilados de un día para otro, lo que lleva a que sea impensado que pueda dar el gran salto por un título regular en su próxima presentación, dado que tiene muchos detalles por pulir y, entre ellos, está un trabajo de piernas fundamental para poder respaldar su nueva táctica.
Más allá de eso, Noé sigue luciendo el título más importante del boxeo nacional, que retuvo en una velada de primer nivel llevada a cabo en Montevideo, donde como semifondo se pudo apreciar el espectacular nocaut de Caril Herrera en el tercer asalto, para quedarse con el título uruguayo Pluma. El dominicano Javier Fortuna, campeón mundial Juvenil del CMB, hizo una excelente demostración boxística ante un durísimo argentino como lo es Hugo Gómez, en tanto en la pelea que abrió la cartelera el sanducero José Del Forno, que demostró todas sus condiciones ante el argentino Héctor González.
Otro de los lujos que pudieron darse quienes concurrieron al espectáculo fue la presencia del árbitro estadounidense Steve Smoger, quien con más de 164 peleas por títulos mundiales derrochó calidad arriba del cuadilátero. Es de destacar además, que el profesor y entrenador cubano Roberto Quesada integró los rincones, como cutman, de Del Forno, Herrera, Fortuna y González, en un hecho inédito para nuestro país. Tanto Smoger como Quesada brindaron un seminario durante los dos días previos a la velada, que tuvo un nivel excelente.