Opinion | 13 May El viejo dicho de que muchas veces los árboles no dejan ver el bosque se aplica en numerosos órdenes de la vida, cuando se desdibujan los objetivos y se confunden causa y consecuencia, medios y resultados, y por añadidura se pone énfasis en lo marginal por no identificar donde realmente radica lo importante y el leit motiv de los esfuerzos.
Y a juzgar por la forma en que se analiza en números el saldo que deja cada año la organización de la Semana de la Cerveza los sanduceros –no todos—estamos perdiendo las referencias que llevaron en su momento a crear este evento que ha cobrado proyección internacional y apuntando a medir todo lo que se hace en función de si al término de la semana, cuando se hace la rendición de cuentas, se recuperó todo lo invertido, si se gastó más que lo que se recaudó o hubo algún saldo a favor de la Intendencia Departamental, organizadora del evento, cuando eso es lo que menos debería importar.
En este caso, de acuerdo a lo anunciado por el intendente Bertil Bentos, las acciones que se desarrollaron para poner en marcha la 46º Semana de la Cerveza determinaron que quedaran en caja del municipio unos 52.000 dólares, en lo que ha sido la primera semana organizada directamente por la Intendencia tras una etapa encarada por privados.
Se estima que en esta oportunidad concurrieron al predio ferial unas 170.000 personas, lo que sí es un dato valedero y un elemento comparativo, aunque no absoluto, para trabajar entre fiesta y fiesta, pero de la misma forma en que esta vez quedaron 50.000 dólares, y se dice que la semana dio ganancias, se pudieron haber perdido 50.000 o 100.000 dólares, y aún así ser un éxito.
Es que medir el éxito o el fracaso de la Semana exclusivamente en función de las ganancias o pérdidas que pueda dejarle a la Intendencia es olvidarse de para qué se hace todo este esfuerzo. Y la razón principal es atraer turismo --en principio nacional y regional--, darle visibilidad a Paysandú en todo el país y fuera de fronteras, generar un movimiento económico puntual que revitalice la plaza en torno a esta fiesta, además de brindarle al vecino una serie de actividades fuera de lo común durante las vacaciones de Turismo. Y en todos estos aspectos, la Semana de la Cerveza jamás dejó de ser un éxito, aún en sus años más difíciles.
A partir de la Administración Bentos la Intendencia ha retomado para sí la organización de la Semana de la Cerveza, pero este razonamiento es también válido para la decisión que tuvo la Administración Pintos de dejar la organización y promoción en el ámbito privado, de forma de reducir o eliminar los riesgos económicos por cuanto éstos corren por cuenta de los empresarios.
Este año, de acuerdo a las estimaciones, en el transcurso de la semana los visitantes gastaron en Paysandú unos seis millones de dólares, lo que significa que trabajaron comercios dentro y fuera del predio ferial, hoteles, restaurantes, parrilladas, pizzerías, carritos de venta de alimentos en toda la ciudad, supermercados, panaderías, vendedores de torta fritas, kioscos, taxis, remises, y un movimiento adicional en infraestructura y servicios, desde el gomero hasta el vendedor de souvenirs, peluquerías, etcétera, con un reciclaje de recursos en forma directa e indirecta que resulta imposible de justipreciar en cuanto a sus efectos.
Incluso se han beneficiado sectores y personas que ni siquiera han asumido todavía que han mejorado su situación como consecuencia del dinero adicional que circuló en la semana, que pudieron cobrar sus cuentas, vender materiales y servicios porque los directos beneficiarios de la fiesta lograron por esta vía recursos para poder hacerlo, sin contar lo que se generó de más para pagar impuestos nacionales y municipales.
Es decir que con la Semana de la Cerveza, más allá de lo episódico de la rendición de cuentas, de decenas de miles de dólares más o menos –por supuesto, siempre parece mejor que encima quede algo en caja y que las cuentas sean transparentes-- se debería formular evaluaciones con los mismos elementos de juicio con que se “mide” al Ministerio de Turismo cuando difunde los atractivos de Uruguay en el exterior y para ello invierte millones de dólares: cuánto retorna con creces al Uruguay por la prestación de servicios a las corrientes turísticas que vienen al país desde los lugares en que se ha trabajado con este fin.
La evaluación en todos los casos es la misma: la Semana de la Cerveza deja año a año pingues ganancias para Paysandú, y los sanduceros deberíamos dejar de una buena vez por todas de hacer cuestión de la caja chica final, de utilizar este argumento en un sentido o en otro, a veces con fines políticos retorcidos, y considerar que todos estamos en el mismo barco, que una fiesta exitosa es lo mejor para todos y que debe dejarse de lado la chiquita para asumir que debemos seguir haciendo lo mejor que podamos en la cancha grande del interés general.