Nacionales | 19 May Durante la conmemoración del Día del Ejército Nacional y del Bicentenario del inicio de emancipación del país, el presidente José Mujica afirmó que no se puede trasladar a las nuevas generaciones de militares las frustraciones del pasado. En Las Piedras se celebró el mayor de los festejos por el Bicentenario, con un llamado de las autoridades a la unión, en la víspera de votarse el proyecto interpretativo de la ley de Caducidad.
Mujica expresó que desea que en un futuro las armas y los ejércitos sean parte del pasado: “Quisiera que los próximos 200 años, cuando se festejen, vivamos en un continente donde las armas y los ejércitos son una cuestión de arqueología, porque el hombre puede salir de su barbarie”. El hombre “puede salir de su civilización depredadora y patrimonial y entender. Y (las personas) deben convivir y negociar sus diferencias por otros caminos”, agregó en su discurso durante la conmemoración de la Batalla de Las Piedras, en el que unos 2.500 efectivos de las Fuerzas Armadas desfilaron ante autoridades políticas, militares y unas 100.000 personas por Bulevar Artigas, principal arteria de la ciudad de Las Piedras.
Mujica llamó a la sociedad a superar los odios. “Es un sueño que debemos de perseguir. No está al alcance de nuestro hoy, pero lo mínimo que es nuestro hoy en homenaje a la patria es no trasladarle a las generaciones que vienen las frustraciones de la nuestra, y lo digo como un viejo que se puso un arma al cinto. Sabemos que hay dolores ocultos. Sabemos que hay viejas que lloran por los huesos de sus hijos, que hay mucho dolor y mucha injusticia, pero no podemos trasladarle a las nuevas generaciones de militares las frustraciones de la nuestra”, dijo en el momento más encendido de su discurso.
“Me parece que es lógico que en un día de celebración cada generación cargue con la suya, y cada cual con su mochila”, aseguró. En el discurso, la víspera de votarse un proyecto para anular la ley de Caducidad, Mujica pidió “cultivar la tolerancia” y entender que el artiguismo, que pregona “piedad para los vencidos”, “es una filosofía, una manera de pararse ante la vida”. “Necesitamos un país convivible, un país que tenga el coraje de poner por adelante el ‘nosotros’”, afirmó.