Rurales | 21 May Preocupados por algunas situaciones, pero también conscientes de que se debe seguir adelante para lograr cosas importantes, un grupo de productores de la Ruta 26, denominado “Paso de los Carros”, cuyos integrantes viven entre los arroyos Buricayupí y Gualeguay, desde pueblo Zeballos al kilómetro 88 de la mencionada ruta, se reunieron por segunda vez en cinco meses con el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), ingeniero agrónomo Daniel Garín.
Además de referirse a la situación actual del grupo, plantearon sus preocupaciones respecto a la realidad de los pequeños productores en cuanto al endeudamiento, el interés en ser colonos de un establecimiento cercano y lograr un centro educativo y social en la zona. “Estamos convencidos de seguir adelante junto a nuestras instituciones, aportando ideas, intercambiando opiniones y poniendo a su disposición este humilde y pequeño, pero sólido y responsable polo logístico, en pro de un mejor y más eficiente bienestar social y productivo de la zona”, indicaron los productores a EL TELEGRAFO.
Garín, quien llegó acompañado por el director de Descentralización, Ricardo Texeira, y el responsable del MGAP en Paysandú, Pablo García, recibió los proyectos que se han ejecutado conjuntamente con la referida cartera ministerial: Programa Ganadero 2008-2009; operativo sequía 2008-2009; PPR 2009; Plan de apoyo a la cría vacuna 2010-2011; plan de emergencia climática 2010-2011, y proyecto presentado para Soluciones de agua 2011.
Los integrantes del grupo, además de la formación individual que ya tenían, han realizado capacitaciones en formulación y evaluación de proyectos de desarrollo, procesos asociativos rurales, bienestar animal, calidad de producto, portafolio de activos, incidencia política con énfasis en derechos humanos y económicos.
Explicaron que “estamos en una etapa de formalización del grupo, en la cual necesitamos apoyo técnico profesional para lograr la personería jurídica, lo cual es engorroso y oneroso”.
Beneficio fiscal
Los integrantes del grupo entienden importante que el beneficio fiscal (devolución de un porcentaje de la inversión en quita de impuestos) con respecto a las soluciones de agua, “se apliquen a todos los pequeños productores que se tecnifiquen, en aras de aumentar la producción, ya sea en pasturas, refertilizaciones, subdivisiones, etcétera, para apoyar al sector productivo más vulnerable, que de otra manera no las realizaría”.
Hay una franja de productores familiares muy pequeños, que incluso a criterio del Ministerio y entidades del medio “no son considerados autosustentables, que realizan aportes muy onerosos al BPS y esto contribuye a su más rápida desaparición. Creemos que podrían incluso suprimirse, porque igualmente realizan aportes en impuestos por retenciones a Mevir, INIA, Imaba, etcétera, y 1% municipal cada vez que venden semovientes”.
Sostienen que “si todo esto no deja de ser un aporte al país, mucho mejor que emprender la migración a los cordones de pobreza de las ciudades, donde le generarían un alto costo al Estado en servicios de salud, recolección de basura, agua potable, saneamiento, alumbrado público, merenderos, demanda de fuentes de trabajo. Actividades en las cuales es hoy autosuficiente”.
Además, explicaron al subsecretario que este productor “es generalmente criador, uno de los pilares más sensibles de la cadena cárnica uruguaya, y en la sumatoria a nivel país de todas sus pequeñas individualidades hacen al fortalecimiento de la misma”.
“Es importante que continúe y mejore su eficiencia para no desaparecer, para lo cual necesita invertir en tecnologías y herramientas adecuadas, pero solo nunca logrará hacerlo, para eso necesita un Estado que lo apoye y aliente”, indicaron. Reiteraron el pedido de que los aportes al BPS “sean más escalonados (hoy paga lo mismo alguien con 5 hectáreas que alguien con 200 índice coneat 100)”.
Solicitaron se revea la definición y condiciones a cumplir para ser productor familiar registrado en el MGAP. “En la actualidad es una limitante por ejemplo tener más de un asalariado, aunque trabajen en el mismo varios miembros de la familia, cosa que en algunos rubros intensivos es imprescindible y positivo para el país”. Establecieron que se debe poner la mira “en una gama más amplia de indicadores, haciendo un estudio de las familias, con visitas en lo posible, para llegar a un buen diagnóstico de las mismas”.