“Hay que eliminar las filtraciones de humedad”

Locales | 20 May Un equipo de especialistas en restauración, al que se sumarán algunos técnicos sanduceros, está iniciando la primera etapa del proyecto de restauración de la Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo, que es patrimonio histórico nacional y que exhibe graves problemas en techos y pérdida parcial de sus pinturas debido al deterioro provocado por la filtración de humedades.
Si bien el templo permanecerá abierto, deberá introducir algunos cambios en su forma de funcionamiento habitual, referidos a la ubicación de bancos e instalación de un altar provisorio, según lo informado en una conferencia de prensa ofrecida por el párroco Antonio Mazza y el arquitecto Francisco Collet, principal del estudio de arquitectura Collet-Neri.
El párroco agradeció también la colaboración de la población sanducera, que ha permitido reunir 60.000 dólares que se destinarán a esta etapa del trabajo. “Agradecemos al pueblo sanducero en primer lugar y también a los medios de comunicación que nos han apoyado en la difusión de esta iniciativa”, agregó.
Refiriéndose a lo recaudado hasta el momento dijo que “no es poco dinero” y anunció que próximamente comenzará una intensa campaña de recaudación para colaborar con la restauración, que incluirá la apertura de cuentas bancarias, bonos colaboración y la búsqueda de apoyos internacionales, así como del gobierno nacional y departamental. Se estima que la restauración total tendrá un costo de aproximadamente 800.000 dólares.
PRIMERA ETAPA
“La meta es restaurar este monumento histórico y sus preciosas pinturas interiores, que lo hacen único y se encuentran en importante estado de deterioro. Tenemos que eliminar todas las entradas de humedad y comenzamos por la cúpula que es el punto más alto y donde hay mucha entrada de agua por falta de mantenimiento”, explicó el arquitecto Collet.
El plan de trabajo en esta primera etapa insumirá unas ocho semanas de tareas e incluye la realización de distintas obras e introducción de mejoras en los techos de la Basílica, que incluye siete subetapas, referidas a trabajos en la cúpula y semi cúpula de la capilla de María Auxiliadora, cubierta metálica (chapa) de la nave principal, impermeabilización de azoteas y naves laterales, así como la cubierta de tejas del atrio, que se encuentra en mal estado.
“La chapa da garantía de impermeabilidad porque los impermeabilizantes líquidos deben ser renovados cada tanto. En las partes principales conviene colocar chapa galvanizada, que tiene una duración de 20 años”, dijo.
El director general de la obra, arquitecto Fernando Arcos, explicó que las tareas comenzarán la semana próxima por la restauración de la cúpula principal y linterna existente en el techo (encima de la cual se encuentra el mástil con la bandera), su escalera y baranda, así como la semicúpula del altar de María Auxiliadora.
Los trabajos en la linterna incluirán el retiro de sus vidrios para realizar tratamiento de la estructura de hierro y sellado con nueva masilla, colocándose los vidrios --que son de colores-- de acuerdo a la armonía original. En tanto, el tejido que los protege será galvanizado, asegurando una durabilidad de 20 a 30 años en óptimas condiciones. La veleta también será restaurada.
La cúpula prinicipal y la semi cúpula serán sometidas a diversas tareas de reparación y mantenimiento, entre ellas el cepillado y esmaltado con un producto que brinde una protección adicional contra las altas temperaturas. Además serán revisadas fijaciones y desagües.
Trabajarán técnicos de Montevideo y dos técnicos sanduceros: un electricista y un técnico prevencionista.
MANTENIMIENTO
En otro orden, el director del estudio de arquitectura Collet-Neri llamó la atención sobre la necesidad de que una vez que la Basílica sea restaurada en su totalidad, sea creada una comisión de mantenimiento, porque “todo este gran esfuerzo que ahora se está haciendo debe ser matenido”.
“Estamos restaurando para salir de una situación grave pero luego hay que hacer mantenimiento, como se hace en cualquier casa. Así que hay que ir previendo esa etapa. Este es un lugar bellísimo, toda persona de otro lado que llega a Paysandú se quiere sacar una foto en la Basílica y si la visita percibe la sensación sobrecogedora que dan sus proporciones interiores y policromado. Quizá los sanduceros no lo valoran tanto porque están acostumbrados pero la Basílica es un punto de atracción fenomenal”, dijo.