Deportes | 30 May Luego de varios años, y de señalarse que la obra que tenía que realizarse en el Estadio Artigas insumiría una inversión de un millón y medio de dólares solo para dejar en condiciones a la Tribuna Oeste, Paysandú está abocado a la remodelación del máximo escenario futbolístico de nuestra ciudad, pensando a futuro y, específicamente, en poder ser sub sede del Mundial 2030, cuya organización solicitaron ante FIFA, en conjunto, Uruguay y Argentina.
El proyecto a largo plazo, dividido en cuatro etapas, indica que Paysandú podría tener un escenario de categoría internacional, con todas las exigencias planteadas por FIFA.
Ahora bien, la sorpresa mayor no solo radica en el sueño de la Intendencia de poder plantear un proyecto a tan largo plazo, sino en que el ingeniero José Zorrilla, reconocido a nivel internacional, tiró por tierra todo lo que se informó por parte de la administración comunal anterior, basado en los informes de la Facultad de Ingeniería. Esto es que, lisa y llanamente, el Estadio Artigas no tiene fallas estructurales y que el estadio estuvo inhabilitado durante demasiado tiempo (así permanece su Tribuna Oeste), por un informe erróneo.
¿Cuál es entonces la realidad del Estadio Artigas? Que una inversión del orden de los 300.000 dólares dejaría al escenario en mejores condiciones que cuando fue inaugurado en la Copa América de 2005, ya que no solo se solucionarían los problemas evidentes en la Tribuna Oeste, sino que se contaría con esa cáscara que rodearía, impermeabilizando y aislando térmicamente, a las cabinas de la prensa.
La mitad del dinero señalado sería necesario para colocar lo que fue denominado como “un poncho blanco”, por lo que solucionar los problemas de la Tribuna Oeste solo insumiría la inversión de 150.000 dólares.
Esta primera etapa de la obra, que podría ponerse en marcha en 60 días y que se extendería por unos cinco meses, podría derivar en que se juegue un clásico entre Nacional y Peñarol en nuestra ciudad para reinaugurar el escenario, y que en enero pudiera desarrollarse una Copa de Verano, como es intención de la Intendencia.
Para llevar adelante esta obra se recurriría a mano de obra de la comuna, y la financiación correría por parte de algunos entes del Estado. Es más, más allá de que restan algunas negociaciones, se ha señalado que prácticamente está financiada esta primera etapa.
Luego será tiempo de poder encarar las tres restantes etapas, ya de cara a 2030. Y este proyecto que puede parecer descabellado, deberá ser abrazado lógicamente por las siguientes administraciones de la Intendencia, por lo que el intendente Bentos ya ha anunciado que, cuando llegue el momento de las próximas elecciones, se reunirá con los candidatos a la Intendencia con tal finalidad.
Ahora bien: ¿es posible mantener un proyecto de aquí a 2030? Todo dependerá de las inversiones a conseguirse, y del apoyo de los gobiernos nacionales de turno.
Es lógico pensar que la remodelación de los escenarios, luego de haberse solicitado a FIFA la candidatura en conjunto entre Uruguay y Argentina pensando en el Mundial de 2030, que este tema será política de Estado de aquí hasta la realización de la cita mundialista.
Por lo pronto, el presupuesto nacional ya cuenta con un rubro especial para realizar la difusión del Mundial en Uruguay y Argentina, lo que abre una brecha para pensar que el proyecto presentado por Paysandú no es una locura, sino que es viable. STB