Opinion | 31 May Comparando con un año atrás, ¿usted y su familia se encuentran más o menos seguros? Esta pregunta, a la cual cada uno de nosotros seguramente tenemos nuestra propia respuesta, fue realizada por la encuestadora Interconsult en 800 hogares de distintas ciudades del país y las conclusiones obtenidas indican que las dos terceras partes de los entrevistados mencionan la inseguridad pública como uno de los dos principales problemas que tiene el país hoy día.
Si a ese 62% se le suma la opinión de quienes mencionan la delincuencia juvenil y las fugas del INAU, así como la falta de penas más severas para los delincuentes, llegamos a un 67% de los uruguayos que están preocupados por la inseguridad. Entre ellos los más preocupados por este tema son los montevideanos (75%) mientras que los vecinos del Interior están más preocupados por la falta de trabajo, la inseguridad de los mismos o los bajos sueldos (56%).
Por su parte, quienes votaron por el FA en 2009, al igual que los votantes colorados son los más preocupados por la inseguridad pública, mientras que los votantes blancos resaltan los temas económicos sin olvidar la inseguridad que también es su principal tema de preocupación, según la encuesta divulgada por Últimas Noticias.
Para la mayoría de los entrevistados las principales causas de la delincuencia, ya no es como en el pasado la pobreza, sino las drogas (43%) y la falta de represión o penas más severas (33%). La pobreza continúa siendo la principal causa de la delincuencia para sólo el 16% de los entrevistados.
En paralelo a esta encuesta un reciente estudio del Instituto para la Economía y la Paz (IEP) analizó 23 indicadores (entre ellos el nivel de conflictividad social interno, el gasto militar, la violencia y los conflictos con otros países) califica a Uruguay como el país más pacífico de América Latina, seguido por Costa Rica y Chile. A la vez, advierte que el mundo es “menos pacífico” a raíz del terrorismo global y las manifestaciones violentas.
¿Son contradictorias ambas informaciones? Seguramente no. Y por eso mismo sirve contraponerlas para que el árbol no nos tape el bosque y valorar diferentes aspectos de esta cuestión con la suficiente lucidez como para no vivir preocupados por este tema pero a la vez exigir y tomar las precauciones que sean necesarias para ayudar a restaurar una seguridad que se siente perdida puertas adentro aunque la estadística internacional dice que seguimos teniendo.