Nacionales | 02 Jun Duro enfrentamiento
Ellos o nosotros. Uno de los más duros enfrentamientos de esta legislatura tuvo como protagonistas al colorado Germán Cardoso y los socialistas Nicolás Núñez y Gustavo Bernini, quienes cruzaron acusaciones en torno a la inseguridad pública, mientras blancos, independientes y el resto del Frente Amplio permanecían como espectadores, aunque hubo numerosos pedidos de interrupciones por alusiones personales o políticas.
Todo comenzó cuando Núñez cuestionó que se pidiera “inmediatamente un sistema descentralizado cuando por otra parte se plantean soluciones a cinco años”, en referencia al plebiscito con el que los colorados pretenden aprobar sus iniciativas relativas a la baja de la edad de imputabilidad. Núñez señaló que el nuevo Instituto Penal Adolescente “no admite improvisaciones ni irresponsabilidades. Se pretenden soluciones de fondo y no hacer perfilismos”. El legislador socialista subió la apuesta al decir que la baja en la edad de imputabilidad “traerá más problemas que soluciones”.
Ante esto, Cardoso rechazó sus dichos porque provenían de una fuerza política “que destruyó la seguridad” del país cuando tuvo a su cargo la gestión del Ministerio del Interior. Cardoso recordó que bajo el mandato del socialista José Díaz “se desarticuló la labor de la Policía y se liberó a 1.200 presos de manera intempestiva, con la única consecuencia del aumento de los delitos violentos y el caos en la sociedad”.
“Una mentira dicha mil veces”
Esto hizo que el socialista, Gustavo Bernini cuestionara a Cardoso al afirmar que “una mentira dicha mil veces no se convierte en verdad”. Aseguró que la Ley de Humanización de Cárceles de 2005 propulsada por su partido liberó “solo a unos cientos de presos” que cumplían determinadas características, cuyo nivel de reincidencia “apenas” llegó al 13%. “Que no sigan repitiendo que asolaron a la sociedad. Fue un acierto. Que no sigan insistiendo con la misma mentira, y si no que demuestren” lo que afirman, exigió.
Bernini redobló el ataque al recordar que las “indignas” latas del Penal de Libertad fueron instauradas por el colorado Guillermo Stirling. “Alguien las puso, nosotros las eliminamos. Además, y en todo caso, no fue un ministro del FA el que vendió una cárcel para instalar un shopping”, exclamó.
Cardoso se puso el casco, tomó un escudo y salió espada en mano al contrataque. Subrayó que los fundamentos de la postura colorada “son los que están a la orden del día, con una sociedad acorralada por la delincuencia y por el significativo crecimiento de los delitos violentos en los últimos seis años”.
Admitió que las “latas” no era lo más adecuado pero volvió a cuestionar la política carcelaria de la izquierda. “Nosotros no fuimos los que reinstauramos las piras funerarias”, en alusión al trágico incendio de la cárcel de Rocha, donde en 2010 murieron doce reclusos.
Para Cardoso, el éxito de la campaña colorada provocó en varios “un nerviosismo generalizado y una preocupación notoria”. Por su parte, el socialista Julio Bango intentó bajarle los decibeles a la discusión y llamó a todos los partidos a que fueron gobierno y a compartir responsabilidad. “Si estamos en condiciones de tener humildad, entonces tendremos la posibilidad de afrontar con éxito una tarea muy compleja”, como la seguridad ciudadana.
“Nos van a denigrar con una cárcel”
“Nos han pasado por arriba tanto el ministro Eduardo Bonomi como sus asesores, que jamás se dignaron a decirnos que en Constitución, en vez de aportar un polo de desarrollo turístico, nos van a meter una cárcel. Es injusto y va contra nuestras familias que se sienten humilladas con este proyecto”, dijo el alcalde de Villa Constitución, Sergio García Da Rosa, del Frente Amplio, expresando el rechazo de toda la población al proyecto del Ministerio del Interior, de instalar una cárcel en el ex ingenio azucarero El Espinillar, propiedad de la Corporación Nacional para el Desarrollo.
“Resulta que ahora nos van a denigrar con la instalación de una cárcel”, acotó el alcalde de Villa Constitución, en el departamento de Salto. García Da Rosa aseguró que apoyará toda decisión que tomen los vecinos porque se sienten temerosos. “Acá hay una falta muy grande del ministro Bonomi, quien debió presentar ante nuestro municipio dicho proyecto para no causar una alarma y se ha olvidado que El Espinillar está dentro de nuestro municipio y la gente tiene el derecho a conocer lo que se pretende realizar”.
“La señal que recibimos es otra, parece que tenemos que salir a robar o matar a alguien para que después en la cárcel nos portemos bien. De esa manera el ministro nos va a otorgar una casa con luz y agua paga, sinceramente es una barbaridad”, dijo el alcalde. Y afirmó que “cueste lo que cueste vamos a mantenernos en esta posición y no permitiremos que se concrete este proyecto; el pueblo y sus autoridades se han unido para defender su autonomía y poder de decisión”.