JUMIL CROUZET, DE FORBEL

Locales | 03 Jun “Nunca se dieron tantas conjunciones de las variables en contra”, reconoció a EL TELEGRAFO Jumil Crouzet, agregando que la preocupación que hay en Salto “es entendible y compartible”.
No obstante, dijo que en Paysandú la situación es distinta “porque la estructura de las empresas es diferente: en Salto hay muchos productores pequeños y medianos, y en Paysandú hay medianos y grandes”, lo que determina otros costos por la producción en escala.
Entiende que al haber problemas de colocación por los costos, eso repercute inmediatamente en los productores chicos, que “si no pueden colocar su fruta tienen problemas”. Dijo que en términos generales “la mitad de la producción de mandarinas Satsuma quedó sin cosechar en los árboles por los costos”. En el caso particular de Forbel, “dejamos un 60% de mandarinas sin arrancar, no valía la pena”. Eso representa unas 600 toneladas de fruta.
Dijo que “en Paysandú hay menos variedades de fruta, por lo que el impacto es menor”. De todas maneras, el trabajo “empezó tarde, la zafra se inicia en marzo y este año fue en abril. El año pasado a esta altura teníamos seis cuadrillas arrancando y ahora hay cuatro; trabajábamos con dos turnos en el packing y ahora tenemos uno solo”.
Dijo que “para revertir la situación se tendrían que tomar medidas fuertes. Actualmente hay un 2% de la facturación de devolución de impuestos pero aunque se duplique no alcanza. Debería ser un 20%”, afirmó. Vinculó el precio del dólar al problema, ya que “tendría que valer 24 pesos para que cierren los números”, aunque reconoció que “eso no lo podemos controlar desde Uruguay, es un problema internacional por la economía de Estados Unidos”.