Nacionales | 06 Jun El presidente José Mujica dará a conocer hoy, en el Consejo de Ministros, el borrador con los cambios impositivos a los propietarios de tierra. El proyecto tiene como objetivo gravar las extensiones de tierra mayores a 2.500 hectáreas y lo recaudado, unos 60 millones de dólares, será destinado a invertir en infraestructura.
Mujica confirmó a La República que “los dueños de las tierras superiores a 2.000 hectáreas (…) deberán pagar algo más de lo que pagan hoy” y que los menores de 2.000 hectáreas seguirán pagando unos 3 dólares. Informó además que los terratenientes con campos mayores a las 10.000 hectáreas deberán pagar 16 dólares extra por hectárea. Si lo definen como impuesto o aporte --como lo denominó el vicepresidente Danilo Astori-- no es de interés de Mujica, sino que lo importante son las “razones de equidad” que motiva el gravamen. Agregó que el impuesto “solo será sostenido por un tercio de los terratenientes, mientras que los dos tercios restantes no pagarán un solo peso más”.
Sin embargo, la iniciativa enfrenta resistencia en el propio partido de gobierno. En la interna del Frente Amplio existen diferencias y también malestar por la falta de consulta y comunicación del presidente con la fuerza política y con el gabinete ministerial. Sectores como Asamblea Uruguay, liderado por el vicepresidente Astori, y Nuevo Espacio, entienden que un impuesto a la tierra no es la solución para evitar la concentración de tierras en manos de algunos productores. “Si se necesitan recursos para la infraestructura, vemos de dónde lo sacamos. Un impuesto a la tierra, tal cual está planteado, es un concentrador de la tierra, facilita a los poderosos”, dijo el líder del Nuevo Espacio, Rafael Michelini.