En costas de Maldonado

Nacionales | 07 Jun Investigan la aparición de casi 200 pingüinos muertos, que comenzaron a encontrarse a mediados de la semana pasada desde José Ignacio hasta Piedras del Chileno, en Maldonado. Asimismo, Bomberos y Prefectura trabajaron en las costas de Piriápolis para encontrar una explicación a la aparición de cientos de bolsas que contenían un agrotóxico.
El director de S.O.S Fauna Marina, Richard Tesore, dijo a la emisora fernandina FM Gente que se encontraron 80 pichones de pingüinos muertos en la zona de José Ignacio y 100 en Chihuahua, a la altura de la parada 40 de Playa Mansa. También aparecieron varias tortugas y algunos lobos marinos muertos, por causas que desconoce. Los animales no estaban empetrolados ni tenían indicios de contaminación, pero no descartó que el hecho esté vinculado con la aparición de bolsas de herbicida en la costa de Maldonado y Rocha.
El sábado aparecieron cientos de bolsas de agroquímico Fertox. “El peso debía ser de unos 79 kilos. Eran sobres de papel con el producto húmedo. Marca Fertox, insecticida de toxicidad 1. Ese mismo día empezó a aparecer gran cantidad de animales muertos. Sobre todo pingüinos que se veían desde hace algunas semanas comiendo en la costa”, explicó. Sin embargo, acotó que hasta el momento no hay elementos que permitan afirmar que la muerte de estos animales esté relacionada al producto.
Mientras tanto, Bomberos y Prefectura investigan el origen de las bolsas de agroquímico encontradas el fin de semana en las costas de varios balnearios de Piriápolis. Bomberos de Piriápolis acopiaron unos 80 kilogramos del agroquímico Fertox, un herbicida de fabricación brasileña. El bombero Enrique Bonilla, oficial ayudante del Destacamento de Piriápolis, informó a la misma emisora que trabajan junto con la Facultad de Química de la Universidad de la República para determinar la peligrosidad y origen del producto. Agregó que no se comercializa en Uruguay y que está patentado en Brasil, donde lo producen varios laboratorios. Para Bomberos, la hipótesis más firme hasta el momento es que haya sido arrojado por un barco granelero y arrastrado por la corriente hacia la costa de Piriápolis. Muchos barcos fumigan sus tanques, específicamente con este producto, para evitar la presencia de gorgojos e insectos propios de los granos. La Prefectura Nacional Naval busca a los responsables.