Deportes | 09 Jun Uruguay 1 (4) Holanda 1 (3)
Escenario: Estadio Centenario. Público: 50.000 personas. Arbitros: Néstor Pittana, Javier Usiga y Juan Belatti (argentinos).
Uruguay: Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Diego Lugano (78’ Mauricio Victorino), Diego Godín, Martín Cáceres; Diego Pérez (62’ Sebastián Eguren), Egidio Arévalo Ríos, Gastón Ramírez (45’ Nicolás Lodeiro); Luis Suárez (88’ Alvaro Pereira), Diego Forlán (77’ Abel Hernández) y Edinson Cavani. DT: Oscar Tabárez.
Holanda: Tim Krul; John Heitinga, Joris Mathijsen (46’ Jeffrey Bruma), Erik Pieters, Khalid Boulahrouz; Ibrahim Afellay, Nigel De Jong (64’ Hedwiges Maduro), Kevin Strootman (60’ Stijn Schaars); Klaas Jan Huntelaar (80’ Luuk De Jong), Dirk Kuyt (90’ Eljero Elia) y Robin Van Persie. DT: Bert Van Marwijk.
Goles: 81’ Luis Suárez, 90’ Dirk Kuyt.
Definición por penales: Robin Van Persie (H), desviado; Edinson Cavani (U), gol; Stijn Schaars (H), gol; Abel Hernández (U), gol; Luuk De Jong (H), gol; Mauricio Victorino (U), gol; Eljero Elia (H), atajado; Nicolás Lodeiro (U), atajado; John Heitinga (H), gol; Alvaro Pereira (U), gol.

Estaba a pedir de boca. Uruguay ganaba 1 a 0 y el reloj marcaba los descuentos. Pero un error de Muslera, para lo que no ayudó Eguren marcando al delantero, derivó en el empate de Holanda cuando el partido moría y el público, que llenó el Estadio Centenario, festejaba lo que para muchos era la revancha de aquel partido que en semifinales ganaron los holandeses en el Mundial 2010.
Más allá del 1 a 1 final, y de que finalmente Uruguay se quedó con la victoria por penales, 4 a 3, levantando así la Copa Confraternidad Antel, este exigente partido internacional fue por demás importante para los celestes, pensando en lo que será su participación en la Copa América.
Primero, quedó en evidencia que el puesto del arquero sigue dando algunos dolores de cabeza, más allá de alguna buena respuesta de Muslera, que también atajó un penal en la definición. Segundo, que de mitad de cancha hacia atrás se cometen errores que pueden pagarse caro. Y tercero, que más allá que Forlán ande peleado con la pelota, Uruguay es capaz de despertar en cualquier momento y romper la red rival.
Uruguay no tuvo contacto con la pelota en los primeros minutos, en los que Holanda manejó el trámite y el campo, pero sin llegar a ofender al arco rival. Los celestes intentaron afirmarse en la cancha y sobre los 20’ recién pudieron llegar con peligro: Cavani remató demasiado suave en primera instancia, y luego cabeceó ante centro de Suárez, pero la pelota rebotó en el abdomen de un rival, evitando que la pelota cruzara la línea de gol.
Holanda respondió poco antes de que se le anulara un gol a Suárez por posición adelantada en jugada dudosa, pero luego Muslera salvó su arco para mantener el cero con el que se fueron al descanso, ya con Lodeiro en la cancha en lugar del lesionado Ramírez.
La visita había sido algo más con la pelota, más allá de que Uruguay se plantó de igual a igual, intentando ser protagonista ante un buen equipo, que estuvo cerca de abrir el marcador apenas iniciado el complemento.
Pero Suárez, cuando transcurrían 81’ de juego, terminó en gol la jugada iniciada por Lodeiro, que tocó para que Cavani avanzara y tocara al medio para que el delantero del Liverpool definiera contra el caño izquierdo del arco holandés, mientras Hernández saltaba para evitar cambiar la trayectoria de la pelota.
Era el 1 a 0 a favor de un Uruguay que festejaba con su gente en su primera presentación en el Centenario tras el Mundial. Pero llegó ese error de Muslera sobre la hora, para que el choque terminara igualado y se extendiera la definición a los penales.
Ahora será tiempo de sacar conclusiones, sabiendo que Uruguay tiene que corregir varios aspectos si es que quiere ser protagonista en la Copa América. Pero, ante todo, es de rescatar la valía de estos partidos exigentes que, como el de hace pocos días ante Alemania, permiten a Uruguay codearse con la elite del fútbol mundial, lo que debe servir para mejorar de cara al futuro.