Opinion | 05 Jun Está ejecutándose en Paysandú una nueva edición del Programa de Rehabilitación Urbana, cuyo objetivo es la recuperación de viviendas, en este caso en el centro de la ciudad. Se trata de un sistema instrumentado entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente con la finalidad de recuperar y prolongar la vida útil del stock edificado existente y potenciar el afincamiento y permanencia de la población, que ofrece créditos blandos, sin intereses y supervisión para la ejecución de las obras.
En esta edición, la intervención a realizar --entre 2011 y 2012-- apunta a la rehabilitación residencial y de mejora de fachadas y la población beneficiaria es aquella que se encuentra incluida en la trama social formal, no tiene capacidad de ahorro pero cuenta con ingresos suficientes para el pago de una cuota, que mantiene la cultura de pago, lo que hace posible la modalidad de fondo rotatorio.
Dicho fondo se nutre de fondos provenientes del Mvotma, en tanto que la Intendencia actúa como gestora del programa y son sus técnicos los que definieron -luego de entrevistas con los interesados y visitas a las viviendas- a qué aspirantes otorgar el préstamo, además de estar a su cargo la supervisión técnica de la obra. La continuidad del programa exige que los beneficiarios efectivamente cumplan con el compromiso de pago contraído como forma de seguir manteniendo el flujo de dinero disponible para nuevos préstamos.
El sistema, que es el único existente con estas características con destino a reformas de viviendas ha tenido un muy buen desarrollo en sus ediciones anteriores y también un buen cumplimiento en los pagos. A la vez, la exigencia de la Intendencia de estar al día con la Contribución Inmobiliaria para poder inscribirse, es una buena idea que hace a la salud de este círculo solidario que, por otra parte, genera un interesante movimiento comercial en barracas, comercios y pequeñas empresas constructoras y albañiles que son contratados por los vecinos.
No sólo resultan beneficiados los propietarios de las viviendas, sino la ciudad en su conjunto puesto que edificios que tienen valor patrimonial han sido recuperados por este medio y por otra parte, las mejoras contribuyen a la conservación de la planta urbana en buen estado y al disfrute que significa ver remozados edificios que se encontraban deteriorados. En definitiva, un sistema plenamente válido que ha venido siendo desarrollado en Paysandú desde la anterior administración de gobierno y que ha demostrado ser válido y necesario.