Locales | 11 Jun La Intendencia Departamental, a través de su Dirección General de Servicios, ha hecho un alto en su campaña de recolección de hojas de las calles sanduceras con motivo del otoño y se está evaluando lo abordado a efectos de eventualmente, retomar en breve la campaña o dejarla sin efecto, teniendo en cuenta que ya se ha superado el período del grueso de la caída. Así lo indicó a EL TELEGRAFO el titular de la citada dependencia, Emilio Roque Pérez, quien señaló que “hemos parado este trabajo y vamos a ver que es lo que falta hacer, lo estamos evaluando y creemos que si no es mucho no vale la pena salir especialmente a recoger lo que quede. Lo más importante lo hemos hecho, prácticamente en toda la ciudad, en todas las zonas en las que hay árboles y se terminó lo que se había previsto en momentos en que se registró con mayor intensidad la caída de hojas”.
“Luego se registraron intensas lluvias y hubo un arrastre de la mayor parte de las hojas que aún quedaban en las calles”, por lo que a primera vista aparece como poco probable que se retome un trabajo específico para encarar la recolección de las hojas que todavía están cayendo y se dejaría esta tarea para el trabajo de rutina del recolector.
Podas a fin de mes
Mientras tanto, a fines de este mes se espera encarar la poda de los árboles del ornato público, lo que será encarado por la empresa privada que surja del llamado a licitación que formulara en su momento la Intendencia sanducera, destacó Pérez. Estas acciones se desarrollarán en este otoño en el momento considerado más propicio, tratando de que de principio a fin el trabajo esté comprendido en la temporada apropiada para esta poda, precisó el jerarca.
Acotó asimismo que ya se han adoptado las directivas a que deberá ajustarse la empresa adjudicataria en cuanto al tipo de poda, y en aquellos casos en que los árboles comprometan líneas de alta tensión o de distribución domiciliaria de UTE, se hará la comunicación al ente para que personal especializado se ocupe de la poda, a efectos de reducir los riesgos para los funcionarios y apuntando a minimizar las posibilidades de cortes del servicio cuando se registren vientos o tormentas.