Nacionales | 10 Jun Sorpresiva decisión de Lacalle
El senador Luis Alberto Lacalle sorprendió a todos con su decisión. Adelantó que anunciará mañana, en la convención del Partido Nacional, su renuncia a la presidencia del Directorio blanco. Lo reemplazará en el cargo el senador Luis Alberto Heber. Allegados al líder de Unidad Nacional confirmaron a El País la decisión de Lacalle, quien será el último en hablar en la convención. Según fuentes de Unidad Nacional, Lacalle quiere concentrarse en la actividad legislativa, y descartaron que la decisión de renunciar responda a las diferencias con el senador Jorge Larrañaga sobre el relacionamiento del partido con el gobierno. El último malestar de Unidad Nacional fue por no haber estado en conocimiento de su reunión con el presidente José Mujica.
La noticia sorprendió a todos, incluso a los dirigentes de Alianza Nacional, que no perderán la oportunidad de buscar cómo posicionar a Larrañaga. Es más, el sector está en proceso de análisis sobre la estrategia que mantendrá hacia la interna del partido y hacia el gobierno. Para ello, Larrañaga se ha reunido con sus senadores y diputados, así como sus intendentes, y proyecta hacerlo con los directores de los entes autónomos y servicios descentralizados, ediles, alcaldes y concejales.
En suspenso
Y hablando de despedidas, uno que parece que no se va de la presidencia de ASSE es el doctor Mario Córdoba, al menos por ahora. Es que la sonada posibilidad de remoción de Córdoba habría quedado en stand by, según fuentes cercanas al presidente José Mujica, “por las fuertes presiones recibidas de su propio partido”.
Córdoba aseguró que no ha recibido ninguna queja u observación sobre su gestión en ASSE. “No he tenido, ni siquiera, algún tipo de observación”, dijo a radio Carve. “No hemos parado para nada el ritmo, no hemos parado para nada las cosas que teníamos planteadas”, aclaró, intentando ahuyentar los rumores que lo ubican con un pie adentro y otro afuera de la dirección del organismo.
El gerente general de ASSE, Enrique Buccino, también se encargó de ahuyentar rumores. Dijo a El País que las noticias del alejamiento de Córdoba son “todo una novela” que los trabajadores vieron “a través de los medios”. “Nadie va a renunciar, estamos trabajando normalmente”, aseguró. Sin embargo, según varios medios, Mujica analizó el fin de semana la eventual remoción de Córdoba e incluso consideró como posibles sucesores a Álvaro Villar (jefe de Neurocirugía del Hospital de Tacuarembó), Enrique Soto (presidente del Fondo Nacional de Recursos) y Miguel Fernández Galeano (consultor de OPS y ex subsecretario de Salud).
La decisión de mantener a Córdoba respondería, según informantes señalaron al matutino capitalino, a la presión de “más de 60 directores y funcionarios” afines al MPP, que amenazaron con renunciar en masa de concretarse la remoción. Buccino confirmó que existe tal apoyo pero declinó aclarar cuántas personas son. “El apoyo a Córdoba es de muchos más que 60”, acotó.
Expresidentes contraatacan
En un almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing, donde hubo distensión y buen humor, los ex presidentes colorados y blanco contraatacaron. Julio Maria Sanguinetti, Jorge Batlle y Luis Alberto Lacalle le pegaron duro al gobierno y hablaron de decadencia, descontrol y daño.
De acuerdo a lo informado por Últimas Noticias, coincidieron sobre la “decadente” situación que atraviesa la educación y la seguridad, la posible implementación de un impuesto al sector agropecuario, el poder “descontrolado” de los sindicatos y “los daños” que causó el gobierno al país al querer eliminar la ley de Caducidad.
“Estamos tocando el neosubdesarrollismo. Está ingresando al país esa tendencia”, dijo Sanguinetti. Indicó que el gobierno “tortura a las estadísticas para forzar los resultados que quiere”. Alertó además sobre la pobreza cultural que está generando la izquierda “entregando dinero por la dádiva de un voto” y abogó por mejorar la educación pública como igualador de oportunidades.
“Minorías soberbias”
Lacalle dijo que “estamos gobernados por una coalición política de los sindicatos. No es posible que en un país con casi un millón y medio de trabajadores, poco menos de 300.000 afiliados al Pit Cnt quieran representar a todos”. Considera que “en cualquier momento se formará un nuevo sindicato que defienda el trabajo y los salarios”. Destacó que no quiere volver a 1973 “con minorías soberbias de un lado y del otro heridas que todavía no sanan”, y que los empresarios deben compartir el crecimiento con los trabajadores.
Mientras que Batlle criticó el corporativismo y dijo que lo que ocurre en ASSE es lamentable: “Los corporativismos no representan al pueblo, representan a un sector que si se impone, hace daño”. También habló de la educación y opinó que el gobierno “quiere crear ignorantes, gente excluida, pobre y que sin oportunidades termine obrando fuera de la ley”.