Paysandú, Miércoles 15 de Junio de 2011
Rurales | 12 Jun Varias reuniones se llevaron a cabo en la última semana a nivel del equipo de gobierno para encontrar una propuesta común sobre el impuesto a la tierra que pretende implementar el presidente de la República, José Mujica, pero que encontró en su vicepresidente, Danilo Astori y algunos ministros, cierta oposición y reclamos de cambios al proyecto original. Este lunes la situación podría definirse en el Consejo de Ministros.
Lo concreto es que el primer mandatario y su vice han discrepado en varias oportunidades –incluso plantearon posiciones encontradas en medios de comunicación-- sobre el impuesto a los propietarios de más de 2.000 hectáreas y sus posibles consecuencias. De todas maneras, en las últimas horas Mujica fue enfático en que habrá una sola propuesta sobre el impuesto a la tierra.
aumento
De acuerdo al informe que difundió en las últimas horas Presidencia de la República a través de su web, en los últimos 20 años las tierras índice Coneat 100 aumentaron su valor a una tasa promedio anual de 8,69%. Si se toman los últimos 10 años la tasa de crecimiento en valor fue de 15,45%.
Pero si se analizan los últimos cinco años, la tasa de crecimiento del valor fue de 25%. La marcha positiva que el país lleva en los últimos años, considerando toda la realidad (exportaciones, estabilidad, comercio e inserción internacional, etcétera) ha significado un “regalo formidable” de toda la sociedad en el valor de la tierra. Estos datos se desprenden de analizar las declaraciones juradas del Instituto Nacional de Colonización (INC) sobre negocios rurales.
Los cálculos promedio de las ventas de 2009 que involucran superficies de más de 1.000 hectáreas Coneat 100, dan U$S 3.114. Sin embargo, hoy los valores subieron mucho más. Por ejemplo: un campo índice Coneat 60 de 3.000 hectáreas se vendió a U$S 3.000 la hectárea. Otro de 537 hectáreas Coneat 102 se vendió a U$S 5.240 la hectárea. En Soriano 480 hectáreas índice Coneat 211 se vendieron a U$S 8.250 la hectárea. No ha habido en el país ninguna inversión tan redituable para los propietarios.
tributación
La valorización de la tierra no se reflejó en la tributación: la carga tributaria sobre el sector era 9,7% del PBI en 1999 y del 7,1% en 2009, establece el informe.
Los U$S 4 por hectárea que se pagan actualmente por contribución inmobiliaria equivalen a U$S 3,10 del año 1999. En este caso, si la tributación por contribución inmobiliaria hubiese acompañado la valorización real de la tierra, el pago actual debería ser de U$S 16 por hectárea. El índice Coneat mide la diferente capacidad productiva de los suelos. Un índice Coneat 100 corresponde a la productividad media de los suelos del país. En ese sentido, un predio de 1.000 hectáreas con un índice Coneat 150 --que es por ejemplo el Coneat de los suelos del Litoral Oeste--, equivale a 1.500 hectáreas Coneat 100. A su vez, un predio de 1.000 hectáreas con un índice Coneat 60 --que es por ejemplo el Coneat de los suelos del basalto superficial-- equivale a 600 hectáreas Coneat 100.
En ese contexto, para tener 2.000 hectáreas índice Coneat 100 en el basalto superficial hay que ser propietario de más de 3.300 hectáreas, mientras que en el Litoral Oeste 1.300 hectáreas equivalen a 2.000 hectáreas Coneat 100.
La tierra se valoriza con la realización de obras de infraestructura como rutas, caminos o puentes, en el marco de un mejor desarrollo de país en educación, educación, salud y niveles muy bajos de corrupción.
La tierra es un factor productivo diferente al capital y el trabajo, y se pueden mejorar los procesos productivos que se desarrollan en la misma, pero no es un producto que se pueda fabricar o importar.
La alta valorización de la tierra en la actualidad y la no existencia de una regulación en la compra-venta, hace que los pequeños arrendadores resulten desplazados por los altos precios que deben pagar.
En ese contexto, los pequeños propietarios resultan también desplazados porque la productividad generada no les permite ingresos superiores a los que obtendrían arrendando o vendiendo sus campos.
Arroceros
El sector de los arroceros está muy preocupado por el hecho de que pueda ser alcanzado por el impuesto a la tierra.
Pero hay casos en que, pese al uso intensivo de las carreteras, no estarían incluidos en el gravamen.
La asociación que los agrupa hizo un cálculo en base al cual un productor con 1.000 hectáreas sembradas que espera un rendimiento de unas 150.000 bolsas de 50 kilos por año, a U$S 12,30 por bolsa, precio que se obtuvo en la zafra 2009/10 (ahora se asegura será menor), tendrá un ingreso anual de U$S 1.845.000.
Los insumos como semillas, fertilizantes y combustibles, representan entre U$S 1.200 y U$S 1.500 por hectárea sembrada, es decir U$S 1.200.000 en el extremo más bajo, sin considerar tributos y cargas sociales al año. Al productor le quedará una ganancia por año de U$S 645.000 en el caso de uno de punta y sin considerar otros gastos. Y utilizará entre 40 y 50 camiones para sacar la producción.
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