Locales | 15 Jun Con la intención de trabajar en pos de mejorar la atención infantil, docentes de la Facultad de Medicina trabajan en diferentes puntos del país desarrollando talleres sobre cuidados en período prenatal destinados a ginecólogos, pediatras, neonatólogos, parteras, enfermeras y nurses. Éste comprende desde el embarazo hasta los primeros 28 días de vida del recién nacido.
A iniciativa de ASSE y el programa de Infancia, Adolescencia y Familia (Infamilia) del Mides, la jornada en Paysandú se desarrolló en la víspera en el salón de AUTE, comenzando a las 8 y extendiéndose hasta las 16.30. El taller estuvo a cargo del profesor Gonzalo Giambruno, docente de la Facultad de Medicina, y de cuatro docentes, un gineco-obstetra y dos enfermeras quienes plantearon propuestas referidas a quince temas. Éstos abarcaron la comunicación, calidad de control de embarazo, captación de la embarazada, nacimiento, métodos de reanimación, abandono del hospital por parte de la puérpera y su hijo, cuidado en el hogar, higiene, uso de alcohol gel, prevención de accidentes domésticos, visitas domiciliarias y primera entrevista del pediatra con el bebé luego de ser dado de alta --que debe concretarse antes de los diez días de su nacimiento--. Estos asuntos son de gran trascendencia para los equipos de salud de los que forman parte médicos generales y de familia, parteras, enfermeras, administrativos, integrantes del programa Aduana, ginecólogos y pediatras , entre ellos neonatólogos.
Aduana
La atención a la salud infantil es una de las prioridades de ASSE, abordada en el marco de la priorización a nivel nacional del Programa de Atención de Salud de la Niñez.
Por ello, ha definido responsabilidades técnicas específicas y planes de acción para fortalecer la gestión de salud dirigida a la infancia. En este sentido el programa cumple un rol fundamental como herramienta para la concreción de la atención, teniendo por objetivo contribuir al adecuado control de salud del niño desde el nacimiento hasta los 2 años. Consiste en prácticas de captación y seguimiento del recién nacido desde la maternidad y en hospitales y policlínicas, con instrumentos de información que aseguren el control periódico. Uno de los instrumentos más importantes con que cuenta Aduana está dado por la visita domiciliaria, especialmente cuando no se efectivizan los controles médicos, con el cometido de conocer mejor la situación familiar y apoyar la recaptación del niño.
Los técnicos de la salud que recibieron el taller se organizaron en grupos de manera de hacerlo más dinámico y que todos pudieran participar y enriquecerse, conociendo las formas de trabajo de los demás actores de la salud. Giambruno manifestó que el descenso de la mortalidad infantil en todo el país determina que haya que hacer un esfuerzo para mejorar la captación de la embarazada, la calidad de sus controles y sobre todo el cuidado del bebé durante el primer mes de vida.
“Necesitamos el apoyo de toda la familia para atender mejor este tema. Nacen pocos niños en el Uruguay y tenemos que cuidarlos mejor, tenemos que lograr que la sociedad acompañe este proceso”. La lectura de esta necesidad se desprende de datos que revelan la existencia de mortalidad infantil en domicilios, dentro del primer mes de vida. En 2009 se registraron aproximadamente 95 muertes de niños “que parecían estar bien pero puede haber ocurrido porque la casa no estaba preparada y no es cuestión de plata que no esté preparada, a veces el frío juega una mala pasada”.
Mortalidad
Entre los técnicos que brindaron el taller participaron una enfermera experta en el área de economía de materiales y comunicación con la familia y otra que se desempeña en el Hospital Pereira Rossell, dentro del referido programa, “con los recién nacidos de extremo bajo peso y muy bajo peso que son los que pesan menos de 1.500 gramos”, explicó el docente. Éste aseguró que en los últimos días se ha dado a conocer una muy buena noticia acerca de la mortalidad neonatal en el referido centro médico.
“Está en valores de 5,2 por mil”, dijo, al tiempo que agregó “que es la mortalidad del país, siendo el Pereira un centro de altísimo riesgo y que tiene más de 180 niños con un peso menor a 1.500 gramos”.