Paysandú, Sábado 18 de Junio de 2011
Locales | 16 Jun Basándose en elementos técnicos, el integrante de Izquierda Democrática (Frente Amplio) de Paysandú, Ing. Agr. Ricardo Brasesco, no es partidario del uso de madera para encarar programas de construcción de miles de viviendas por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) y con este fin envió sus conclusiones a la senadora Lucía Topolansky, a la ministra de Vivienda Graciela Muslera y a la propia Fucvam (Federación Uruguya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua.
Cuestionó el dirigente frenteamplista la durabilidad de las maderas que se producen en el país, para utilizarlas en el exterior de las viviendas, y consideró que para poder encarar un plan de estas características hasta debería tener que importarse la madera.
Dijo que existen maderas resistentes a algunos e incluso a todos los agentes bióticos (hongos e insectos). “Sin embargo, los agentes atmosféricos, como la humedad, la lluvia, el sol o los cambios de temperatura atacan en mayor o menor medida a todas las maderas”.
“Por tanto, siempre es conveniente proteger cualquier madera contra los agentes de degradación con el protector adecuado.
Tras indicar que las maderas disponibles en nuestro país son eucaliptos, pinos y álamos, que están incluidas entre las de menor durabilidad, consideró que “este tipo de construcción lleva mucho gasto en mantenimiento para prolongar la vida de la madera. Por otro lado los tratamientos a que se somete la madera son altamente contaminantes del medio ambiente. El producto CCA con el que se impregna la madera en autoclaves, está compuesto de Cobre, Cromo y Arsénico. La madera curada con este producto tiene más años de duración, pero es totalmente inadecuado utilizar esa madera en la construcción de una vivienda, por los riesgos que acarrea para la salud”.
Falta materia prima
Asimismo subrayó que la disponibilidad de estas maderas sería teórica, “pues los aserraderistas no las consiguen, desde que los montes se destinan a la producción de pasta para celulosa. En estos últimos días los aserraderistas han planteado este serio inconveniente que los deja sin material para realizar los trabajos que deben hacer, por ejemplo, cajones de cosecha de fruta y pallet para mandar la fruta exportable”.
“¿De dónde entonces se sacaría la madera para hacer 16.000 viviendas sindicales que según la ministra Muslera ya se han anotado en el ministerio? Seguramente la madera para ese destino habrá que importarla o comprarle las casas hechas a una empresa que las traería del exterior. ¿Cuáles serían los beneficios de que se obtendrían si se procediera de esa manera? Por el contrario, creo que no traería ningún beneficio. Se comprarían viviendas de menor durabilidad que las construidas con materiales perdurables como el ladrillo; se pagaría el lucro que lógicamente le cargará la empresa”, observó.
“No se le daría un trabajo muy importante a los ladrilleros que se podrían beneficiar si se utilizaran ladrillos, como opina con mucha razón el presidente Mujica, trabajo que dinamizaría ese sector de trabajadores y que por ende beneficiaría la economía del país, pues ese dinero quedaría en el Uruguay y no se utilizaría para importar viviendas o madera”, apuntó.
“un gran error”
En su mensaje a Lucía Topolansky destacó que “según lo manifestó la ministra cuando estuvo en el local del FA, ya estaría decidido el conceder 20 mil dólares por vivienda a los sindicalistas para pagar esas viviendas de madera, lo que me parece un gran error que se va a cometer. La ministra también pidió que le aportemos ideas, pero no tiene una dirección de Internet y cuando le hemos mandado material por correo, tampoco sabemos si lo recibió porque no respondió.
La madera sí tiene mucha utilidad en el interior de las viviendas para tirantes, cabriadas, clavadores, recubrimientos, aberturas, pisos y muebles de todo tipo. Los ladrillos son un material muy duradero y tienen un costo muy accesible: menos de tres pesos la unidad de un buen ladrillo”, señaló Brasesco.
“Solo para construir las 16 mil viviendas sindicales que según la ministra Muslera ya se han anotado, se necesitarían unos 160 millones de ladrillos que darían mucho trabajo e ingresos económicos a los ladrilleros. Pero además en nuestro país tenemos abundantes arenas de todo tipo, para utilizarla en las mezclas (morteros). También abundan las piedras para los cimientos de hormigón ciclópeo. Hay grandes yacimientos de caliza y Ancap produce un buen cemento Portland”, reflexionó.
“Además la participación de los beneficiarios en la construcción de viviendas de madera se limitaría a poner algunos tornillos y bulones en el armado”, agregó. “Mi idea es que se construyan con ladrillos fabricados por los mejores horneros seleccionados.
A esos ladrilleros - que actuarían como directores técnicos, aportando su experiencia- se les proporcionaría el personal -futuros beneficiarios de las viviendas- que trabajarían cortando adobes en los hornos, también tierra de calidad y agua si les faltara. Asimismo la leña para el quemado de los hornos”, indicó.
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