Nacionales | 17 Jun El optimismo blanco
Muchos prefieren mostrar optimismo ante la renuncia del senador Luis Alberto Lacalle a una candidatura en las próximas elecciones. Para el senador Gustavo Penadés, la renuncia de Lacalle “fortalece las posibilidades del Partido Nacional”.
Entrevistado por La República, Penadés sostuvo que “se han hecho muchas cosas bien y hoy el Partido Nacional inicia un proceso de renovación en su máxima dirigencia: tenemos la bancada más joven de diputados y senadores, intendentes jóvenes, alcaldes, ediles, o sea, una estructura política de respeto que, con un directorio fortalecido por la nueva estructura, sin duda hace del Partido Nacional la alternativa al gobierno del Frente Amplio”.
­Consultado si la renuncia de Lacalle debilita las posibilidades del Partido Nacional y de su sector, Unidad Nacional, Penadés señaló: “al contrario, las fortalece. Se va a vivir una primera etapa de turbulencias como es natural. No debemos confundir la renuncia de Lacalle con el retiro, son dos cosas diferentes. Lacalle renunció al directorio y a ser candidato. Quien crea que Lacalle se fue para su casa, no lo conoce. Lacalle va a estar vigente, recorriendo porque su vida es la política”.­
“El brujo de la tribu”
­El senador Penadés definió el nuevo rol de Lacalle de una forma muy especial, basándose en la experiencia que puede continuar aportando al Partido Nacional. “Lacalle debe ejercer el papel del brujo de la tribu. Del hombre con la suficiente experiencia, conocimiento, capacidad como para llevar adelante la tarea de promover lo que un gran blanco como él quiere, que es la victoria del Partido Nacional. Tiene también una labor nada menor que es un desafío de carácter intelectual”, dijo.
“Quizás la labor que haya que llevar adelante, y que no es nada menor porque las fuerzas de la oscuridad siempre operan, es tratar de lograr esa reivindicación de la personal. Si ha habido un dirigente político audaz, valiente, combativo, denostado, agraviado, y sobre el cual se produjo un intento de exterminación como quizás la historia del Uruguay no ha conocido otro, es Lacalle. Logró a través de tenacidad, creatividad, inventiva, revertir todo eso y hoy estamos viendo uno de los últimos grandes especímenes de lo que fue una clase política en el Uruguay, de respeto en la región y en el mundo”, añadió.
“Los zapatos de clavo”
Parece que a Penadés no le genera mucha simpatía la posibilidad de que Jorge Saravia luche por un espacio en el Partido Nacional. Considera que el líder del sector frenteamplista Patria Grande debe ponerse a trabajar duro. “Las puertas en el Partido Nacional son de vaivén. El senador Saravia, y más con el apellido que tiene, en el Partido Nacional tiene un espacio, que va a tener que venírselo a ganar. El tiempo y los votos dirán. No participo de las altas rotatividades partidarias: hoy como me sirve estar acá, estoy acá y mañana estoy allá. No es lo que a mí me gusta ni mi pensamiento. Si decide volver que venga, se ponga los zapatos de clavo, y a recorrer y a votar, y ojalá ahí le vaya bien como que nos vaya bien a todo el mundo”, afirmó.
Sigue perdiendo apoyo
La aprobación al gobierno del presidente José Mujica sigue en picada, aunque seguramente esto no le quita el sueño. De junio de 2010 a mayo de 2011, Mujica pasó de 73% de aprobación a 44% en Montevideo. El sector de Mujica, el Movimiento de Participación Popular, atribuyen la caída al fracaso de la anulación de la ley de Caducidad.
Según la última encuesta que realizó Equipos Mori ha pedido de la Intendencia de Montevideo en mayo, Mujica perdió ocho puntos de aprobación a su gobierno desde febrero, al pasar del 52% al 44%. La desaprobación, en tanto, creció en el mismo período de 27% a 35%. El saldo que queda como diferencia entre la aprobación y la desaprobación es de nueve puntos positivos. En la medición realizada por la consultora, el 21% de los montevideanos consultados prefirió no valorar la gestión de Mujica. La caída de la aprobación al presidente se inició desde agosto de 2010, cuando descendió cuatro puntos en relación a la medición anterior de junio de ese año. A nivel nacional, la medición arroja resultados similares en cuanto a la caída de aprobación de Mujica. Sin embargo, expertos consultados por El País consideran que “es normal que los gobiernos pierdan apoyo luego del primer año de gestión”. En el MPP atribuyen la caída de aprobación al gobierno a las divisiones que generó en la izquierda el fracaso de la anulación de la ley de Caducidad. El diputado Esteban Pérez dijo al matutino que las “idas y venidas de la anulación de la ley de Caducidad dejaron en la opinión pública una sensación de que el mando estaba en disputa y que si bien no es así, fue bien trabajado por la derecha”. Insistió en que “rápidamente Pepe va a retomar un ritmo ascendente de su aprobación, pero es evidente que la discusión de la ley de Caducidad genera un desgaste por los meses en que estuvo en discusión”.