Locales | 13 Jun Un automóvil Chevy de 1964 exhibe sus bien balanceadas líneas. Se trata de un sedán cuatro puertas que tuvo una buena acogida a mediados de la década del sesenta.
Leonardo Ramírez es su propietario desde hace alrededor de un año y medio, y asegura que lo adquirió en el mismo estado en que se encuentra actualmente.
El motor original fue sustituido hace algunos años por un Perkins de cuatro cilindros diesel. Estamos ante un automóvil de mediano a grande, pintado de azul celeste, con techo blanco; cuatro puertas, de líneas más bien rectas aunque el remate del capó y la parte superior del lateral trasero muestren una pequeña ondulación.
El frontal es ancho y la parrilla más bien angosta y horizontal, con los faros ubicados en los extremos. Los paragolpes son anchos y la popa incluye el amplio baúl, las luces de posición y de frenos. El Chevy tiene además un parabrisas de buen tamaño, en tanto los parantes posteriores son amplios, lo que disminuye en algo la superficie vidriada de las ventanillas traseras y de la luneta.
El tapizado fue puesto a nuevo y el habitáculo es amplio, con butacas delanteras. Un referente vivo de un modelo que apareció con buen suceso en la década del sesenta, pero que posteriormente fue desapareciendo del mercado.
APUNTES TECNICOS
Motor: el original fue sustituido por un Perkins 4 cilindros diesel.
Caja de cambios: perteneciente al Perkins, con cuatro marchas y reversa.
Embrague: monodisco.
Frenos: hidráulicos con campanas. Cilindros, patines y cintas.
Suspensión: espirales y amortiguadores adelante y elásticos y amortiguadores atrás.