Nacionales | 24 Jun Las mujeres ganan en promedio 26% menos que los hombres que tienen su misma educación, según un estudio que sostiene que las situaciones de pobreza refuerzan las inequidades de género. El estudio “Desigualdades en los ingresos: ¿qué es de la autonomía económica de las mujeres?”, fue elaborado por el Sistema de Información de Género del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social, con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas.
En un país en el que uno de de cada cuatro hogares es sustentado exclusivamente por mujeres, el estudio corrobora que los niveles educativos alcanzados parecen no compensar las diferencias salariales. De hecho, con la misma cantidad de años de educación, las mujeres ganan solo tres cuartas partes de lo que reciben sus pares varones, sostiene. Estas diferencias de género en los salarios de quienes tienen la ocupación principal se han mantenido constantes en la década (en el entorno del 70%), lo que implica que las mujeres ganan y han ganado, en promedio, 30% menos que los varones, destaca.
“Si se toma como referencia la remuneración por hora, las mujeres ganan el 87% de lo que perciben los varones”, añade el informe, indicando que las diferencias de género en el salario recibido por hora de trabajo crecen conforme aumenta la edad de las mujeres. Observa que en el sector privado es donde la diferencia en el salario por hora es mayor. El informe indica que las mujeres que pertenecen a hogares pobres presentan tasas de actividad y de empleo inferiores, y tasas de desempleo superiores a las mujeres de hogares no pobres. Estas diferencias se hacen especialmente visibles en los hogares de las pequeñas localidades del interior y del área rural. “La situación de las mujeres respecto a los ingresos personales se asocia a obstáculos presentes en los tres niveles del mercado de empleo: barreras para ingresar al mercado de empleo, desigualdades experimentadas una vez que ingresan e inequidades de género que se reproducen en el sistema de previsión social”, concluye. “Las situaciones de pobreza refuerzan las inequidades de género y alejan a las mujeres de la posibilidad de autonomía”, añade el estudio.