Locales | 27 Jun Siendo pibes aún, vimos aparecer por Paysandú los primeros Jeep. Claro que los noticiosos cinematográficos, las fotos, ya nos habían mostrado antes las imágenes de este pequeño automotor, recio, veloz, saltarín, capaz de inclinarse hasta donde antes no lo había podido hacer otro vehículo, sin volcar.
Claro, en lo que a nosotros respecta, poco entendíamos en aquellos años -y no sabemos realmente si hemos progresado algo- pero sin dudas su imagen era atrapante, llamaba la atención. El Jeep llegó a la Argentina en 1943, y despertó esa misma sensación.
Pues bien, como seguramente todos quienes peinan canas ya lo saben, y más jóvenes también, el Jeep nació hace setenta años y debido a necesidades de la Segunda Guerra Mundial, que asoló vastos territorios y ciudades de distintos continentes.
Claro está, que finalizado el conflicto, el Jeep a través de sus distintos formatos y características, pasó a desempeñar las más variadas funciones para la vida civil. La palabra Jeep no figuraba en ningún diccionario inglés.
El verdadero nombre de estos automotores, o mejor dicho su clasificación oficial, es “General Purpose War Truck”, algo así como camión de guerra para uso general, que solía abreviarse con las iniciales y características G.P.W.T. ¼ ton. 4X4, y el sonido de las dos primeras letras de esta denominación, “GP” es el que dio origen a la palabra “Jeep” con la cual se lo denominaba popularmente.
Este vehículo cuya distancia entre ejes se aproximaba a los dos metros siendo su trocha de poco más de un metro y veinte centímetros, disponía de un potente motor de 60 HP, de seis velocidades y propulsión en las cuatro ruedas.
EL WILLY MA 1941
El ejército de los Estados Unidos solicitó a 135 fabricantes de automóviles presentar un vehículo destinado a constituir una flota única sustituyendo a la diversidad de marcas y tipos de que disponían. Las especificaciones eran de que debía pesar menos de 600 kilos, contar con tracción en las cuatro ruedas, con una caja de seis velocidades, capacidad de carga para 270 kilos y una distancia entre ejes menor a 1,90 metros.
Tres fabricantes, Willys, Ford y Bantam respondieron.
Willys ganó el contrato. La mayoría de los Ford y Bantam fueron enviados a soviéticos y británicos, el Willys MA logró el mejor suceso de los tres.
EL Willys MB 1943.
Surgiría en 1943 el Willys MB, con menos restricciones de peso que se constituiría en un ícono de la Segunda Guerra Mundial Llegó 1945 y superada la mitad del año, el final de la gran conflagación que enlutó al mundo, con millonarias pérdidas humanas y económicas.
Ya Willys había pensado en la utilidad del Jeep para la vida civil. Con piezas excedentes de la producción militar y otras fabricadas en el momento, surgió el Jeep Willys CJ-2A 1945. Entre 1945 y 1986 fueron construídos 1.2 millones de CJ.
En el campo, las montañas, el desierto, la selva o las ciudades, desempeñando diferentes tareas, el Jeep se constituyó tan útil e importante, como lo había sido antes en la guerra.
LO QUE VINO DESPUéS
El Jeep FC-170 de 1957, el Jeep CJ-5, el Jeep CJ-7 de 1979, con carrocerías que iban variando según las necesidades y las tareas y terrenos donde se debían cumplir. Y después el Jeep Cherokee de 1984, o el Jeep Gran Wagoneer de 1989 o el Jepp Wrangler de 1994 o el de 1997 o el Jeep Compass 2009, o el Jeep Commander 2009 o el Jeep Gran Cherokee 2011, detallados dentro de un compendio que gentilmente nos fuera remitido, fueron haciendo camino al andar para completar hasta el momento los primeros 70 años del Jeep.