Locales | 27 Jun Los presidentes de las delegaciones uruguaya y argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Gastón Silbermann y Hernán Orduna respectivamente, formularon precisiones respecto a la situación creada entre funcionarios del organismo binacional, que se han manifestado públicamente en forma encontrada respecto a su representatividad y relacionamiento con las autoridades de la comisión.
Ambos jerarcas hicieron referencia a la publicación el viernes 24 en EL TELEGRAFO de un comunicado de un grupo de funcionarios de CARU, en el que a su juicio hicieron una serie de apreciaciones inexactas sobre el proceso de formación de un sindicato en el organismo.
Subrayaron que “la CARU hubiera deseado que esas consideraciones se hicieran en el ámbito interno de diálogo que se mantiene y está en marcha con esos funcionarios, pero en la medida en que se han hecho públicas”, entienden necesario formular determinadas precisiones.
En este sentido indicaron que “la CARU mantuvo y mantiene una actitud de diálogo con todos los trabajadores que cumplen funciones en la comisión, y los ha motivado para que formen una organización gremial que represente sus legítimos intereses”, pero a la vez rechaza por incorrecto el término de que CARU ha “mandatado” a “un grupo de trabajadores para que formen sindicatos aparte”.
Agregaron que “el grupo de trabajadores que hizo estas declaraciones presentó un proyecto de estatuto sindical que no fue aprobado por no ajustarse a los criterios que deben prevalecer en la organización de un sindicato de un organismo binacional, que no puede estar sujeto a vínculos con organizaciones sindicales nacionales. No hubo en el origen de esa agremiación un proceso electoral representativo, ya que se presentaron las firmas de solamente treinta funcionarios, cuando en la CARU revisten funciones 115 empleados. Más grave aún es el hecho de que el citado proyecto de estatuto no incluye ninguna norma sobre la elección de sus autoridades, por lo que se daría la paradoja de que quienes hoy encabezan esa iniciativa podrían quedar para siempre al frente de la agremiación. Desde el punto de vista de CARU, es imprescindible que las autoridades del futuro sindicato sean representativas de los intereses de todos sus afiliados”.
Asimismo precisaron que “otros dos grupos de funcionarios de CARU hicieron por decisión propia y a través del voto secreto una elección de sus delegados que les ha permitido alcanzar una representación tanto o más auténtica que la que han invocado los trabajadores que hicieron las mencionadas declaraciones públicas”.
Silbermann y Orduna destacaron que “CARU reitera que mantendrá abierto el diálogo con todos los empleados para concretar la formación de un sindicato. No obstante, entiende necesario aclarar que este proceso debe realizarse en un clima de cooperación y confianza, rechazando por lo tanto toda presión indebida o la formulación de declaraciones públicas absolutamente inexactas que obstaculicen ese propósito”.