Paysandú, Viernes 01 de Julio de 2011
Rurales | 29 Jun “Las zonas más complicadas en el departamento son las cercanas a los centros poblados, donde es más fácil de cometer el delito de abigeato, pero en general los índices delictivos son bajos en Paysandú, fruto del control y el compromiso responsable de cada uno de los integrantes de la policía del departamento”. Las expresiones corresponden al Jefe de Policía de Paysandú, Roque Arámbula, quien junto al oficial ayudante, Yony Paiva, a cargo de la Brigada Especial de Prevención y Represión al Abigeato (Bepra), expusieron la situación en la reciente Asamblea Anual de la Asociación Rural sanducera.
Indicaron que “hay un promedio de 15 denuncias mensuales por abigeato en todo Paysandú. No hablamos de organizaciones porque no le darían los números”, sostuvo Arámbula, quien se pregunto: “¿qué organización podría mantenerse con el producto del abigeato de las denuncias tan chicas que hemos recibido y se presentan en el departamento?”
En la exposición realizada durante la asamblea, Paiva señaló que en la campaña se observa “gente con vehículos y algunos disfrazados de cazadores que salen a la zona rural a cometer este delito”. Pero también manifestó que se aprecia algunas complicaciones en “establecimientos con grandes extensiones de tierra que carecen de personal y tienen uno o dos peones rurales y presentan dificultades con la tarea del ganado”. Para Arámbula “el abigeato es un delito que afecta a todos los productores del departamento, siendo una preocupación constante de la Jefatura de Policía, destinándose recursos y medios para combatirlo”.
En diálogo con EL TELEGRAFO, recordó que “se designó a partir del año 2009 al oficial ayudante Yony Paiva, a cargo de la Brigada Especial de Prevención y Represión al Abigeato (Bepra), unidad especializada que cuenta con 4 efectivos, una camioneta y tiene una base propia, además de llevarse un registro diario de lo que sucede en todo el departamento”.
Precisó que el oficial “actúa en apoyo a los comisarios de las respectivas seccionales cuando así lo requieran: en el recuento del ganado en los establecimientos, en la fax preventiva y represiva, y en el intercambio de información con otras entidades que también tienen que ver con el tema, como son las bocas de salida del producto del abigeato que son las carnicerías no habilitadas, algún almacén que comercializa productos del abigeato”.
Dijo que el trabajo apunta “a la prevención, represión y una tarea de inteligencia, recabando información de las zonas en donde están operando este tipo de personas. Y día a día aportar un poco más para bajar el índice delictivo”. De todas maneras, fue claro al indicar que “quisiera tener varios equipos trabajando, porque realmente el departamento es muy amplio, muy grande, pero no tenemos el equipo humano fundamentalmente, que deseáramos para destinarla a esta tarea. Hay pocas personas, pero el oficial está trabajando muy bien, además hay coordinación entre la Bepra y los comisarios zonales que son los que recepcionan la denuncia en su respectiva comisaría”.
En Salto
“El tema es complejo y no pasa solo por la represión, pero también debemos tener en cuenta que en los últimos años se abandonó el cuidado de este problema y ahora se está retomando”, dijo a EL TELEGRAFO, Walter Texeira Núñez, presidente de la Asociación Agropecuaria de Salto.
“Es difícil la represión, y después de que ocurrió el hecho dar con los responsables, porque el territorio es muy vasto, las fuerzas policiales no tienen la cantidad necesaria de efectivos, e incluso no cuentan con los medios para andar detrás de los maleantes”.
Por tal motivo se procura ahora “incentivar la prevención del delito”. En Salto “entendemos que pasa por controlar las bocas de venta de carne, que desgraciadamente es algo común la venta clandestina. Basta con ver los precios con que se ofrece la carne en algunos comercios para darse cuenta que no viene de una faena normal, y proviene de una faena clandestina o del abigeato”.
En Salto se decidió desde el año pasado, a través de reuniones con la intendencia municipal, que tiene un control muy importante en las carnicerías, hacer un control más fuerte sobre el tema bromatológico. A esto se suma la Policía trabajando en conjunto con la intendencia municipal, INAC, asociaciones de productores, además del Centro Comercial de Salto”, dijo.
“Aunque los encuentros no se dan en la rutina que deseáramos, se mantienen contactos con las diversas instituciones y se han logrado resultados positivos”, aclaró Texeira.
judicial
Como primera etapa, el grupo se entrevistó con el Poder Judicial y los fiscales: “porque siempre existen este tipo de reclamos, qué pasa con las personas que se capturan y quedan libres inmediatamente, y en especial, saber cómo es el funcionamiento de cada poder del Estado, sus facultades, y cuáles son los elementos que necesitan para actuar”.
El titular de la gremial salteña indicó que “sabemos que no podemos apostar a la vía penal para frenar este tema, sino que debemos ir a la vía de la prevención. Los jueces nos decían que reunir pruebas es muy importante. Pero también cuando están frente a alguien que hasta se confiesa, no son pruebas suficientes para un procesamiento”.
“De ahí la importancia de modificar la Ley. Por ejemplo, si se encuentra a alguien faenando clandestinamente o robando un animal, sería importante que se le pueda confiscar los elementos y vehículos que disponga. Sucede por ejemplo”, agrega, que “si a alguien se lo encuentra con un huevo de ñandú se le confizca lo que tienen en ese momento, pero sería bueno que también sucediera con quien se lo encuentra con una carneada que no tiene justificativo”.
No armarse
“Tememos que si no se toman medidas rápidas comiencen a armarse los productores”, sostuvo Texeira. “Por eso debemos decirles que van a ir presos mucho más rápido que el ladrón. Además, el ladrón está armado; el delito viene cambiando, ya matan al ganado a balazos y no tienen miedo de tirotearse con el personal o el mismo productor si se los encuentra cometiendo el delito”.
Muestras de ADN
El Instituto Nacional de Carnes (INAC) está tomando muestras de ADN a ganado robado o faenado en forma clandestina. Esta técnica permite tomar muestras que luego son comparadas con la carne que se encuentra en puntos de venta, en coordinación con el Ministerio del Interior, las Jefaturas Departamentales, el MGAP y las gremiales agropecuarias en el marco de la Comisión de Seguridad Rural.
De esta forma se puede tener una prueba para el procesamiento de los culpables. Esta tecnología se utiliza en nuestro país desde hace cuatro años.
El Instituto Nacional de Carnes exhorta a la población a que adquiera carne y productos cárnicos en comercios habilitados. La recomendación se debe a los riesgos que para la salud representa consumir mercadería cuyo origen se desconoce además de no contar con la garantía de los organismos que entienden en el tema.
Más allá de las inspecciones que realizan los organismos competentes, se solicita a la población tener en cuenta esta situación en el momento de realizar su compra.
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