Nacionales | 27 Jun Después que trabajadores de la minera Aratirí, sus familias y comerciantes de la localidad de Cerro Chato, departamento de Treinta y Tres, se movilizaron el sábado por la tarde en defensa del emprendimiento minero, en la mañana de ayer fue el turno de los productores rurales de las inmediaciones, que nuevamente han hecho sentir su voz en oposición al proyecto.
La población local se divide en torno a la que se anuncia como la mayor inversión extranjera en la historia del país, aunque hay muchos que no toman partido y se mantienen al margen de la discusión. La marcha del sábado se caracterizó por el color naranja que le puso la presencia de los trabajadores, que en buen número concurrieron con su equipo de trabajo. El presidente del sindicato de la minera, Francisco Da Silva, fue el principal orador y apuntó contra los argumentos de los productores. “¿Por qué apostar todas las fichas a la ganadería extensiva? ¿Porque ya es conocida?, ¿porque ya está arraigada? Si los resultados ya sabemos que no son suficiente para todos nosotros, no solo en la localidad, sino en la zona”, afirmó.
Según el dirigente, “esta nueva industria va a impulsar la creación de nuevas cadenas de valor, que es el interés de todos, donde se integren la ganadería, la agricultura, el turismo, el desarrollo de pequeños y medianos emprendimientos, como ya está sucediendo en nuestro pueblo”.
Los productores no la tuvieron más fácil desde el punto de vista climático. El cielo cubierto y el viento -que sopló con insistencia- hicieron descender drásticamente la sensación térmica. La caballada embanderada con la enseña artiguista y quienes acompañaban a pie con numerosos carteles se concentraron en el entorno del monumento a Artigas en la localidad, donde se dio lectura a dos mensajes.
“Esta es la tierra del abuelo y será la tierra de los nietos. De nosotros depende la forma en que llegará a sus manos. Soñar un mundo nuevo es, muchas veces, apoyarse en raíz eterna. Todo cambia como dice la canción, menos los valores, determinados valores que no tienen cambio, por ser la esencia propia”, expresó el periodista Walter Abella, al leer uno de esos mensajes.