Paysandú, Martes 05 de Julio de 2011
Locales | 28 Jun Desde hace casi un mes y medio diversos hechos de vandalismo fueron perpetrados en el parque Guyunusa, ubicado en el Balneario Municipal. Este tipo de situaciones ha despertado la preocupación de integrantes del Radio Grupo Centinela, que cuentan con su sede la ex usina de OSE, a pocos metros del referido espacio público. Jóvenes que acampan en el predio consumen bebidas alcohólicas y drogas, y convirtieron en lugar en “tierra de nadie”, según el testimonio de los integrantes del Radio Grupo.
De acuerdo a testimonios recabados por EL TELEGRAFO, el primer episodio se registró cuando malvivientes rompieron tres globos que estaban desde la primera construcción, para extraer las lamparillas. A raíz de eso debieron colocarse farolas tipo globo antivandálico de policarbonato.
En otra oportunidad, cortaron un candado e ingresaron al edificio, causando gran desorden y hurtando botellas de whisky, amarga, grapa, cerveza y refresco, que formaban parte de una pequeña cantina para uso de los socios. “Además de llevarse las bebidas, se comieron un pedazo de cordero con arroz que había quedado del día anterior. Pero se nota que su intención no era ‘robar por robar’ sino consumir lo que había, ya que había otros elementos que no se llevaron. Elementos fáciles de vender o canjear por drogas”, dijo uno de los “centinelas”.
En tanto, manifestaron que el viernes pasado les tocó vivir una situación dramática cuando una de las personas que “habita” en el parque amenazó con agredirlos con un palo, en tanto produjo importantes daños.
“Los problemas comenzaron hace poco más de un mes, cuando empezó a oscurecer más temprano. Se juntó una barrita al fondo del parque, pasando la zona de baños y salón con piletas. Armaron carpas, mejor dicho un nailon con palos, y ahí duermen.
Eso es un mundo aparte, un murallón da hacia el astillero, otro a Hormipay y allá al fondo, en medio del monte, contra el río, están estos muchachos. Hay una persona mayor que realiza recolección de residuos, que creemos no está vinculada a este grupo”, relataron.
Respecto al episodio del viernes, comentaron que se trató del “clásico accionar de una persona que está bajo los efectos de la droga, excitado y con ojos saltones. Debió tener una gran mezcla de alcohol y drogas”.
“Eran casi las 22.30, estábamos por cenar cuando escuchamos un fuerte ruido que parecía ser en una puerta trasera de nuestra sede.
Era como si alguien intentara romperla con un marrón. Salimos a mirar y nos encontramos con un joven, totalmente desencajado, que llevaba en su mano un tronco grandísimo. Le pegamos un grito preguntándole qué estaba haciendo.
Cuando nos vio se nos vino encima, sin emitir palabras y con los ojos fuera de sí. Se dio vuelta y empezó a golpear un tablero de luces que está sujeto a una columna.
De tanto ‘palo’ que le dio, explotó y todo el parque quedó a oscuras, deshizo las llaves. Después le pegó a un tablero general que está contra la pared a unos dos metros. Golpeaba lo que viniera, estaba realmente excitado, drogado. Como vio que los otros gurises se habían metido al edificio, empezó a romper vidrios y golpeaba la puerta, que era sostenida por dentro por estos muchachos. Ahí le pegó varios ‘mangazos’ a los globos, pero como son antivandálicos, no pudo derribarlos. Se dio vuelta, vio un parrillero, tipo horno, y lo deformó a golpes”, agregaron. En tanto, el momento de mayor nerviosismo fue cuando el insurrecto notó que un señor mayor, integrante del mismo grupo, había quedado fuera de la sede. “Lo empezó a amenazar con el palo, se lo revoleaba por la cabeza y lo empezó a correr por la vuelta de un tanque de agua. Mientras, dos de nosotros, aprovechando que este tipo no nos vio, nos metimos en un auto y llamábamos a Prefectura”.
“Como el momento amargo seguía y en medio de que la vida de uno de nosotros peligraba, decidimos salir a buscar a Prefectura. Dimos marcha atrás y salimos, encontrando un móvil policial frente al Club de Pescadores. Los paramos, les explicamos la situación y volvimos con ellos. Cuando la camioneta de la Policía asomó al predio, el tipo huyó. Salió corriendo hacia la reductora de UTE que está frente al parque, cruzando Baldomero Vidal, se metió ahí y se perdió”, contaron.
Aparentemente, este individuo --que estaría identificado por la Policía-- habría sido denunciado en más de una oportunidad, ya que junto a su pareja consume droga y mantiene relaciones sexuales a la vista de los transeúntes.
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