Deportes | 02 Jul La selección uruguaya de fútbol viajó a Mendoza con más dos horas de retraso, y desde anoche está concentrada en el Hotel Intercontinental a la espera de su debut en la Copa América, que se producirá el lunes, cuando a partir de las 19.15 se enfrente a Perú por el Grupo C.
La delegación celeste tenía previsto partir rumbo a Mendoza a las 17.40, pero las cenizas volcánicas que han afectado a esta parte del continente en las últimas semanas provocaron que en el Aeropuerto de Carrasco se postergaran todos los vuelos, e incluso que se cerraran los de Ezeiza y Aeroparque.
En medio de gran incertidumbre los celestes aguardaron que la situación se normalizara, e incluso se manejó la posibilidad de que el vuelo se postergara si las condiciones no mejoraban. Lo cierto es que finalmente a las 19.45 la delegación pudo subir al avión, y a las 20.20 levantó vuelo rumbo a Mendoza, donde estará la base de operaciones celeste durante los dos primeros partidos del torneo continental.
Uruguay viajó en vuelo charter de Pluna, que esperaba arribar a las 22.20 al aeropuerto mendocino, para luego trasladarse al hotel.
Mientras esperaban en la Base Aérea Nº1 (estaba previsto no tener contacto con el publico a la hora de la partida) el momento de emprender el viaje, los jugadores se sumergieron en las redes sociales informando todo lo que sucedía a lo largo de esas horas, subiendo fotos y videos tanto en Twitter como en Facebook.
Sebastián Coates subió una fotografía junto a Abel Hernández con la leyenda “con Abel rumbo al aeropuerto”, mientras que Diego Pérez sumó en su Twitter “empieza un nuevo sueño”, además de una fotografía con Eguren y Godín. Luis Suárez también se sumó a esta movida en el Twitter, sacándose incluso una foto con Nicolás Lodeiro. “En el aeropuerto con Nico, saliendo para Argentina, con muchas ganas de empezar el torneo”, escribió el delantero del Liverpool.
Diego Forlán no se quedó atrás, y subió mensajes en ambas redes sociales, incluyendo un video en su cuenta de Facebook. Lo cierto es que la selección partió con demoras, pero con toda la ilusión de hacer una buena Copa América, teniendo como objetivo darle a Uruguay su 15º título.