Rurales | 05 Jul El ingeniero agrónomo Ramiro Zanoniani señaló a EL TELEGRAFO que en el país y en especial en esta región, “estamos bastante por debajo de las temperaturas óptimas para las especies”, agregando que “en el campo natural el crecimiento está detenido. Lo único que puede haber es un crecimiento mínimo en las especies invernales que no predominan en el campo natural” y si continúa así, afirmó que a fin de mes “habrá que tomar medidas importantes, no extremas, pero sí una buena suplementación para evitar pérdidas de peso en el ganado”.
El técnico y docente de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, manifestó que las pasturas estivales --es el componente fundamental--, “detuvieron su crecimiento y por ende, no podemos esperar una gran capacidad de carga”.
De acuerdo con datos aportados por la Estación de Meteorología de Paysandú, desde el domingo 26 de junio hasta la fecha, las temperaturas sobre césped han sido todas por debajo del cero. Incluso, la jornada más fría hasta la mañana del lunes 4 de julio, fue la del primer día del mes con -9 grados. El sábado 2 fue -5,3, domingo 3 la temperatura mínima llegó a -5,4 y en la víspera -8,6 grados.
Zanoniani sostiene que en los campos empastados, con pasto de verano (seco), “se debe intentar un tipo de suplementación. En el caso de los campos que venían siendo pastoreados con un poquito de carga, lo que se ve con estas heladas y la detención del crecimiento, es que de acá para adelante habrá que hacer un ajuste bastante importante de carga”.
En el caso de las pasturas sembradas, estas bajas temperaturas también las afecta, a pesar de ser especies de la época. “La tasa de crecimiento está alrededor de seis kilos por materia seca por hectárea y por día, lo que está dictaminando que la capacidad de carga es mucho menor y estaríamos hablando de 0,5 a 0,6 Unidades Ganaderas (UG) por hectárea”, precisa el técnico. “Por lo tanto, estamos bastante lejos de un promedio que podría de ser de 10 kilos de materia seca por día. Estamos en un 50 a 60 por ciento del promedio”, dijo.
Indicó que las heladas habitualmente “ayudan a combatir los problemas de insectos, plagas y disminuye el número de enfermedades, lo que se acentúa cuando se repiten en el tiempo como está sucediendo en estos días. Si no llega a haber agua para las pasturas, puede llegar a ser más problemático todavía, porque se da la pérdida por tejido y una disecación muy importante de la cantidad de agua en la planta. Con el pisoteo se va agravando”, aclaró.