Deportes | 05 Jul URUGUAY 1 PERÚ 1
Escenario: Estadio del Bicentenario (San Juan). Arbitros: Wilmar Roldán (Colombia), Humberto Clavijo (Colombia) y Hernán Maidana (Argentina).
Uruguay: Fernando Muslera, Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino, Martín Cáceres; Diego Pérez, Egidio Arévalo Ríos, Nicolás Lodeiro (79’ Cristian Rodríguez); Edinson Cavani (79’ Abel Hernández), Diego Forlán y Luis Suárez. DT: Oscar Tabárez.
Perú: Raúl Fernández, Renzo Revoredo, Santiago Acasiete, Alberto Rodríguez, Walter Vílchez, Yoshimar Yotún (59’ Juan Manuel Vargas), Adán Balbín, Michael Guevara (57’ Carlos Lobatón), Luis Cruzado, Luis Advíncula (90’ William Chiroque) y Paolo Guerrero. DT: Sergio Markarian.
Goles: 23’ Paolo Guerrero, 45’ Luis Suárez.
Amonestados: Paolo Guerrero, Santiago Acasiete, Luis Cruzado (P); Martín Cáceres (U).

No hubo caso: Uruguay se sumó a la maldita plaga del empate que pulula en esta versión 2011 de la Copa América. Los celestes apenas pudieron rescatar un empate 1 a 1 frente a Perú, en lo que fue la apertura del Grupo C, y como si fuera una epidemia, se contagió de los otros dos candidatos que no pudieron ganar en su primera presentación, Argentina y Brasil. Y, como pasó con sus vecinos, no pudo festejar ante rivales sensiblemente por debajo de sus posibilidades futbolísticas.
Uruguay no hizo pie a lo largo de prácticamente todo el partido. No le encontró la vuelta para sacarse de encima a la pegadiza marca que plantearon los peruanos que, orientados por Sergio Markarian, conscientes de sus limitaciones y de sus sensibles bajas que le quitaron potencial al equipo. Los incaicos plantearon un partido sumamente táctico, se aplicaron al libreto de no darle comodidad al rival, de apretar en cada sector de la cancha, de pegarse al rival cual estampilla. Y los celestes, como contrapartida, no pudieron encontrar la receta no solo para zafarle a esa incómoda pero inteligente situación, sino para romper la barrera que plantaron en el fondo los peruanos, que tenían como premisa buscar el contragolpe perfecto.
Pero la mayor falencia por el lado celeste estuvo a la hora de jugar la pelota, de apostar a esas sociedades que Uruguay ha mostrado a la hora de tener el balón y buscar al arco rival.
El equipo de Tabárez jugó incómodo, y no solo le costó hacerse de la pelota sino que cometió varios errores de mitad de cancha hacia adelante. Primero, Lugano salvó con una falta al borde del área luego de que Diego Pérez perdiera el balón al intentar jugar de taquito. Pero en la segunda, Perú no perdonó. Fue a los 22’, cuando Uruguay perdió la pelota en ataque y los incaicos salieron con un pelotazo largo que encontró mal parados a los zagueros. Y Guerrero, único delantero y con experiencia en Perú, la sacó a relucir para aprovechar el descuido, ganar en velocidad y dejar por el camino a un desesperado Muslera para anotar el primer gol del partido.
Fue un baldazo de agua fría del que Uruguay solo pudo recuperarse en los minutos finales del partido. Un par de remates de Forlán, que debió bajar demasiado a buscar la pelota porque Lodeiro estaba sumergido en la oscuridad al igual que el resto del equipo, fue lo más cerca que estuvieron los celestes de poder empatar. Pero en una de las pocas buenas combinaciones celestes, entre Forlán y Lodeiro, el sanducero dejó de cara al arco a Suárez, que no perdonó y decretó la igualdad. Con ese panorama, era de esperarse que Uruguay diera el golpe en el complemento. Y si bien a lo largo de los primeros minutos del segundo tiempo fue protagonista, fue promediando ese período cuando el equipo tuvo la mejor ocasión para dar vuelta el partido, pero luego de la combinación con Suárez, Forlán remató increíblemente arriba y afuera. Para colmo de males, en ese partido que ya estaba sellado, Uruguay se salvó en el final del partido, cuando Guerrero tuvo la posibilidad de demostrar en números que Perú había ganado esa batalla táctica planteada frente a los charrúas.
Más allá de la sorpresa, otra más de la Copa, Uruguay sigue cargando el mote de favorito, no solo a clasificar de fase sino a pelear el título, aunque anoche se quedó sin poder contrarrestar el plan de batalla que idearon los incaicos. STB