HAY UN DETENIDO Y TRABAJA “NARCÓTICOS”

Policiales | 06 Jul Un hombre permanece detenido tras la incautación de más de 400 kilos de marihuana, que fueron lanzados desde una avioneta en un campo de espesa vegetación cerca del paraje Cololó, a unos 30 kilómetros de Mercedes, por Ruta 14.
De acuerdo a información aportada por los colegas de Crónicas, el hecho fue descubierto próximo al mediodía cuando los ocupantes de un establecimiento rural de la zona dieron aviso a la Policía que momentos antes habían observado sobrevolar una avioneta, desde la cual fueron lanzados varios paquetes con contenido desconocido.
A unos 200 metros del lugar en que cayeron los paquetes había unas 20 personas trabajando en la siembra de trigo, incluso con varios tractores, hecho que aparentemente no intimidó a los ocupantes de la avioneta.
En tanto, al presumir que el contenido de las bolsas no era legal, los responsables del establecimiento llamaron a la Policía, constituyéndose de inmediato en el sitio y solicitando la colaboración de Bomberos debido a que el lugar era poco accesible. El establecimiento está ubicado a unos 30 kilómetros de Mercedes por Ruta 14, cerca del arroyo Cololó, lugar conocido como Paso Falcón.
Tras constatarse que se trataba de marihuana, fue trasladada y depositada en la Seccional Segunda de Policía y luego de sometida al pesaje de rigor, se comprobó que se trataba de más de 400 kilos.
Elevadas las actuaciones a la Brigada Especializada de la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid), con sede en Montevideo, un equipo se trasladó a Soriano para tomar intervención directa en el caso. Por su parte, el jefe de policía del citado departamento, inspector principal Wilmar Barreto, confirmó de manera escueta los hechos y señaló que en la presente jornada podrían surgir mayores novedades. Como consecuencia del procedimiento primario se logró detener a un hombre de unos 40 años, de quien no han trascendido más detalles. Asimismo, por vecinos y trabajadores del campo lindero adonde fue encontrada la droga, se pudo saber que momentos antes había sido visto un hombre a bordo de un automóvil que llevaba un chinchorro (especie de red) por un camino cortado, cerca de donde cayó la droga, el cual les habría manifestado que “andaba buscando algo” que se le había perdido.
HISTORIAS REPETIDAS
Colegas de Crónicas mencionaron que esta no es la primera vez que este tipo de maniobras se realiza en su departamento. A fines de febrero de 2008 la zona conocida como “La Concordia” (cerca de Dolores) se vio sacudida por los coletazos del operativo “Pájaros Pintados” que permitió a la policía capturar un cargamento de 140 kilos de cocaína. Cuando los investigadores pensaron haber atrapado a toda la red se detectaron intensos movimientos en la estancia “El Catalán”, con arribos, partidas y sobrevuelos de aviones muy próximos a la costa del río Uruguay, lo que en una zona muy tranquila llamaba poderosamente la atención. Los dueños daban en ocasiones órdenes a las limpiadoras de que no concurrieran al establecimiento, argumentando que en la noche llegarían familiares de visita. Después de desbaratarse el grupo, todo cobró sentido.
Para llegar al establecimiento era necesario recorrer unos 20 kilómetros por caminos de balastro y tierra. En tanto, junto a un casco compuesto por dos casas deterioradas y dos galpones viejos, donde sólo se guardaban un tractor y una lancha, no había otra cosa que apariencia de abandono con decenas de gallinas, algunos cerdos y nada sembrado. El único elemento discordante del paisaje era la avioneta de bandera boliviana.
En aquel entonces, la Dgrtid, al mando del inspector Julio Guarteche, consideró que el peso de las organizaciones que estaban detrás y que fueron de-sarticuladas “era muy poderoso”. En esa ocasión fueron detenidos seis mexicanos, tres bolivianos y dos uruguayos. Se incautaron también tres vehículos, dos apartamentos en la rambla de Montevideo y un depósito en la capital.
En la improvisada pista donde aterrizó la avioneta Cessna con matrícula boliviana CP 2590 se transportaban 142 kilos de cocaína que iban a ser llevados hacia un depósito de Montevideo. El propietario de la estancia, de 70 años, estaba aparentemente al tanto de todos los movimientos, pero nunca surgieron otros detalles de la investigación llevada a cabo por la jueza Anabella Damasco.