Rurales | 09 Jul El invierno venía siendo benévolo y, luego de un otoño también muy favorable, las condiciones de las pasturas y el estado de los animales era muy bueno. Pero el frío llegó de repente con 12 días consecutivos de heladas y registros de entre -5,3 y -9 grados sobre césped --en la Estación de Meteorología de Paysandú-- en los primeros siete días de julio, lo que indudablemente impactó en los diferentes rubros del sector agropecuario.
Es más, entre el lunes 4 y jueves 7, las mínimas sobre césped oscilaron entre -8 y -9 grados, sin dudas las más intensas en varias zonas del país. De todas maneras, los pronósticos indican que las temperaturas subirán este fin de semana, dando un respiro al sector ganadero.
Mucho frío suele ser sinónimo de aumento de la oferta de hacienda, tanto de reposición como para faena. Sin embargo, por el momento este crecimiento no ha afectado al mercado. Operadores indicaron a Negocios Ganaderos que las pobres condiciones del mercado internacional y el virtual cierre de la exportación de ganado en pie, están siendo más importantes en la determinación de la tendencia de los precios que el clima.
En el caso de los verdeos y las praderas, están sintiendo la caída de la temperatura. No es poca cosa 10 días seguidos con temperaturas bajo 0° grado, determinando que los productores que sufrieron la sequía en el verano, ahora tienen el ganado sentido.
De todas maneras, por el momento el crecimiento de la oferta no se advierte en el mercado. “Los precios de la reposición cayeron porque bajó el gordo y porque hay menos compradores, pero la oferta no creció”, sostienen los operadores. El productor que aguantó hasta ahora, esperará a la primavera a que los precios se recuperen.
En el mercado del gordo los precios confirman esta situación. La considerable baja que dominó al mercado desde principios de junio se está aquietando. Por más frío que hay, la oferta no ha crecido. La faena sigue poco por encima de las 30.000 reses semanales y las entradas no se alargan.
Los precios esta semana están dentro de los mismos márgenes que en la pasada, con un eje de U$S 3,80 el kilo a la carne de los novillos y entre U$S 3,55 y U$S 3,60 para las vacas pesadas.
La baja en el precio de la reposición podría tentar a algunos invernadores a comprar animales y salir a ofrecer su ganado terminado. Pero por el momento ésta no parece ser la decisión que se está tomando.
Holando
En momentos que el mercado de haciendas gordas está funcionando a media máquina, los negocios con Holando se mantienen fluidos, con colocación en industrias de distintas zonas del país y no precisamente apenas en el sur, donde está concentrada gran parte de su producción. Naturalmente, los precios van a rueda de la cotización del ganado de razas carniceras.
El operador Mauricio Carbajal, de escritorio Waldemar G. Carbajal, señaló como referencia actual de los valores para estas categorías, que esta semana se colocó una tropa de 128 novillos de 550 kilos, a U$S 3,60 a la carne, con pago a 45 días y con entrada dentro de la semana. Para la misma planta se negociaron novillos de razas carniceras a U$S 3,80. La diferencia del momento entonces entre un ganado de raza carnicera y otro de leche se situó en U$S 0,20 a la carne.
En el caso de las vacas Holando, al igual que sucede con las razas carniceras, los valores extremos son bastante más diferenciados. Carbajal indicó que una manufactura baja se coloca a U$S 2,20, en cambio las vacas gordas especiales cotizan hasta U$S 2,80. Hace pocos días, un lote de vacas cruzas con más de 600 kilos, se pagó a U$S 3.