Comparecencia de Bertil Bentos

Locales | 09 Jul En la última sesión del plenario de la Junta Departamental el edil frenteamplista Albérico Banquerque recordó que “escuchamos con mucha atención la respuesta del intendente y su equipo de gobierno, quien a poco de comenzar reconoció los errores de procedimiento cometidos por sus subordinados en el Teatro de Verano y quitó importancia a las obras de desvío del arroyo Guaviyú, manifestando que fue solo una limpieza para evitar inundaciones”.
También dijo el edil que “aplaudimos la decisión” de Bentos al mencionar un protocolo de procedimiento y que las obras necesitarán de su aprobación para ser iniciadas. “Podemos decir que el barco tiene timonel o la orquesta tiene director, no tendremos más actuaciones ‘desafinadas’ como presenciamos todos los sanduceros desde el comienzo de la gestión con cada director o asesor tratando de marcar su perfil y de destacarse ante los demás”.
Banquerque dijo creer “las palabras del intendente” respecto a que “se terminó la improvisación y aparecerán acciones de gobierno más planificadas a partir del segundo año de su mandato. Escuchamos con atención todas las intervenciones durante dos horas y media; uno daba los argumentos que justificaban las actuaciones, luego otro los repetía y por si no fuera suficiente, un tercero volvía a decir lo que los anteriores superiores habían leído. No sabemos si esa repetición de argumentos era para hacer tiempo o no se escuchaban mutuamente o cada uno quería quedar lo mejor parado posible”.
Aseguró que “en términos deportivos me dio la impresión de un equipo ‘haciendo tiempo’, porque igual se clasificaba perdiendo uno a cero en base a la mayoría que legalmente se tiene en sala. El ‘gol en contra’ que le adjudico a este partido imaginario fue marcado por el intendente Bentos al decidir que el director de Turismo, Marcelo Tortorella, que es de su confianza política, era merecedor de una sanción de cinco días. Estamos de acuerdo con el intendente de que ese conjunto de desaciertos en el Teatro de Verano y en el arroyo Guaviyú merecía una sanción, pero tenemos una diferencia: no hubo un único responsable”.
También aludió a cuestiones de interpretación reglamentaria de la bancada nacionalista, “limitando el tiempo del edil interpelante ‘a tan solo cinco minutos y por única vez’, cuando es ilimitado para él y el intendente, debiéndose limitarse a esas condiciones los demás ediles firmantes (o no) del llamado a sala. No conforme con eso, llegada la hora de finalización de la sesión, rechazan la solicitud de la prórroga de la hora realizada por el FA hasta que se expresaran los ediles anotados. Aquí las minorías fuimos avasalladas y varios ediles no pudimos expresar nuestras preguntas. ¿Se quiso proteger al intendente y su equipo de interrogantes que no pudieran contestar?”