Debido a una falla del calefón

Policiales | 10 Jul Una señora de 65 años y su pequeña nieta de 7 perdieron la vida al intoxicarse con gas licuado en el baño de una vivienda. La fuga provino de una avería en el calefón.
En base a información extraoficial recabada por EL TELEGRAFO en el lugar del trágico episodio, se supo que próximo a las 13 y 30 de la víspera, un llamado telefónico alertó a la Policía de que en una casa de las inmediaciones de Zorrilla de San Martín y Artigas se encontraban dos personas desvanecidas, aparentemente ya sin vida. Minutos más tarde personal médico corroboró que ambas personas --que yacían en el baño-- no presentaban signos vitales.
Las víctimas eran Amalia Gallo de Cabrera y su nieta, Camila Serra Cabrera, qienes presentaban signos de asfixia por gas. Asimismo, habría sido indagado el esposo de la fallecida, quien indicó que momentos antes se encontraba atendiendo el kiosco instalado al frente de su domicilio y al notar que su señora y su nieta demoraban fue a llamarlas; golpeó la puerta del baño y al no obtener respuesta ingresó, encontrándose con el desolador cuadro.
Al lugar concurrió además un efectivo del Destacamento de Bomberos, quien efectuó un peritaje de rigor, verificando que efectivamente la muerte se debía a una fuga de gas licuado (de garrafa) en el termotanque. Del caso fue enterada la Justicia e integrantes del Comando policial. La jueza de Feria Menor, Silvia Reyes, dispuso que los cuerpos fueron examinados por el forense y luego entregados a sus familiares, en tanto solicitó las pericias técnicas correspondientes. Ya en horas de la tarde, varios vecinos de la vivienda donde se desató el drama manifestaban su indignación e incredulidad por cómo se desencandenó el hecho.
Algunos indicaron que la niña había venido desde Montevideo para pasar las vacaciones con sus abuelos y que su madre arribaría ayer en la tarde para festejar su cumpleaños en familia.
UN ASESINO “SILENCIOSO”
El gas licuado, comúnmente llamado gas de garrafa, está compuesto de propano y butano, ambos inflamables, incoloros, inodoros y tóxicos. Por esta razón se le agrega un odorizante, que es el fenil-mercaptano. En el proceso de combustión, tanto el propano como el butano generan monóxido de carbono (CO). Estos elementos son más densos que el aire, por lo cual al ocurrir una fuga de gas licuado los vapores tienden a escurrirse hacia el suelo (como el agua). Allí el gas desplaza el aire hacia arriba, por lo que ese sector queda sin oxígeno. Las personas expuestas al gas licuado experimentan signos de asfixia, por no contar con oxígeno. Es decir sufren de taquipnea (aumento en la frecuencia respiratoria), taquicardia, mareos, pérdida de conocimiento y muerte.